Llega una nueva Vendimia y con ella, los temas candentes que enfrenta la industria del vino ocupan las primeras planas de los diarios.
En este mano a mano con El Triunfo de Baco, José Zuccardi, empresario, bodeguero, y presidente de la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR), abordó varios de los temas que preocupan a la industria y que de seguro, participarán de la agenda del tradicional Desayuno de Coviar que se realizará mañana en el Hotel Park Hyatt, en el que además se presentarán los avances del primer año del polémico PEVI 2030.
Veníamos con una cosecha complicada, y con el último granizo hubo pérdidas en la zona Este, cómo están observando las variaciones del precio de la uva? 4,5 meses no es un stock importante
No tengo las estadísticas de pérdidas en zona Este, vimos que el granizo se localizó sobre todo en en zonas urbanas. Pero más allá de esto, creo que es un año de equilibrio, entre stocks y demanda. Los precios se están ajustando y evolucionando bien, fue un año bueno para el productor y cuando la vitivinicultura tiene estos años equilibrados, genera pretensiones de precios adecuadas.
Lo stocks son acotados, y eso es saludable, cuando sobra vino, si hay 10% de vino demás el precio baja el 50%, no es mucho pero es un stock saludable.
Pero si el vino sigue subiendo de precio en mercado interno, ¿eso es saludable?
Y la línea es muy fina. Es deseable un aumento del valor que permita retribuir al viñatero lo que ha invertido en la producción pero a su vez que no sean precios que hagan caer el consumo. Hoy si vemos que la mayor franja de consumo se da en los 400 pesos, si tomas el dólar oficial son poco más de 3 dólares, el paralelo, menos de 2 dólares, no son valores que salgan de la regla internacional, lo que sucede es que aquí está muy caído el ingreso del consumidor.
Con una cosecha menor y precios en alza, ¿cree que el gran perdedor de este año será el granel nuevamente?
No lo creo, si vemos lo que sucedió en 2021 en exportación bajo 46% pero en ganancias disminuyó sólo 16% esto quiere decir que se vendió menos pero se conservó la franja más alta de precios y eso habla de que está ocupando un segmento más alto de mercado.
¿El desafío más importante que tiene el sector cuál es?
Lo que más afecta es que el dólar no acompaño a la inflación, el ajuste del dólar fue del 20%. Hoy estamos en un problema los exportadores, e la medida que el dólar no acompañe a la inflación vamos perdiendo rentabilidad, y lo que nos hace es perder mercado. Es imperativo un ajuste del dólar exportador. El año pasado arrancamos con un tipo de cambio relativamente competitivo, y la inflación fue 50%.
¿Qué valor tendría que tener el dólar para hacer rentable las exportaciones?
No soy economista, no puedo decir que el dólar debe valer 10 o 30% más, sé que mis costos aumentaron más de 50% y mis ingresos 20%, la botella subió 80% y el cartón lo mismo, y en otros productos hubo una inflación más alta aún.
En cuanto a las exportaciones, si bien los números globales del 2021 cerraron con un leve alza, desde Bodegas de Argentina presentaron un informe que muestra como se pierde la rentabilidad. ¿Se exporta más volumen pero se gana menos? ¿Esto es así? ¿El resultado será que el negocio se concentre y queden sólo unos pocos exportadores?
No creo que se vaya hacia una mayor concentración. En Argentina hay mucho pequeño emprendedor porque el consumidor no quiere una vitivinicultura concentrada. La gente cuando compra vino compra una historia y muchas otras cosas, Por eso hay cantidad de enólogos y agrónomos con proyectos chicos, esa diversidad en Argentina existe porque la busca el consumidor. Sí hay un proceso de concentración en otras actividades en el país, pero un poco menos en la actividad vitivinícola. Hace poco estuve en una feria en Los Toneles donde había 80 proyectos chicos y me sorprendió la cantidad de nuevos proyectos que existen. En COVIAR creamos un área de pyme exportadoras justamente para ponerlas en contacto con las ofertas crediticias, fondos para su promoción en el exterior, y estamos trabajando con esta unidad ejecutora, en algunas con ProMendoza y en otras separadamente.
¿Dónde ve usted que se esté produciendo la mayor competencia de los vinos dentro de Argentina, ¿Cuál es el segmento de precios hot spot en este momento?
El año pasado hubo una caída de consumo por los aumentos fuertes de precios, pero en los segmentos Premium, de vinos de 400 pesos hacia arriba hubo un crecimiento. La razón es que este consumo v a un segmento de la población que tiene un mejor poder adquisitivo. En el 2020 la vitivinicultura se equilibró, porque hubo una gran oferta de vinos a precios muy competitivos.
Con un share pequeño, poco más del 3% del mercado mundial es lo que ocupa Argentina, ¿cuáles son los principales desafíos que tiene el país a corto plazo?
Insisto y he puesto mucho énfasis en que la competitividad a nivel internacional es una de las cosas más importantes, y para ser realista,, tenemos que tener un tipo de cambio conveniente. Por lo demás estamos haciendo bien los deberes. A nivel cualitativo Argentina nunca tuvo mejores vinos. Tenemos una diversidad y calidad muy importantes y eso permite que sigamos vendiendo más y a mejor precio promedio. El desafío de cuidar la calidad es permanente. Tenemos que hacer sostenible la estructura a nivel social ambiental y económico. Es importante también ver como enfrentamos la crisis hídrica, mejorar infraestructura pública y privada de riego para que se use agua. Con Proviar 2 estamos gestionando para que los productores tengan mejores técnicas de riego puertas adentro.
¿Cuándo llegan los fondos de Proviar 2?
Si todo va bien los fondos del BID llegarían a finales de este año. También necesitamos programas de viviendas para los trabajadores rurales y conectividad para el sistema educativo y turístico. El turismo representa un ámbito en la matriz productiva, que fija población al campo, nuestros jóvenes se quedan si consiguen en el campo trabajo de calidad,
¿De qué manera observan que las sanciones internacionales contra Rusia puedan afectar las exportaciones de vino?
La pandemia nos sorprendió, ahora con esto de Rusia, no tenemos claro cómo puede impactar. En número de cajas, es chico, no son mercados que impacten en volumen, pero el impacto puede ser indirecto, por temas de logística y otros cambios a nivel internacional. Es muy pronto para saber cómo nos puede afectar.
En exportaciones, donde más se está exportando es en el segmento de USD 35 FOB la caja, (x 9 litros), cómo nos sitúa este precio frente a otros países, ¿estamos bien ubicados?
Sí se pasó de USD 33,34 a USD 35,12 en 2021, lo que significa un aumento del 5,3% en el fraccionado. Hoy estamos por arriba de Chile y de España, no tenemos un mal precio promedio, Argentina está bien considerada a nivel cualitativo y el hecho de tener un mercado interno como el que tenemos nos permite jugar en distintos segmentos y gamas atractivas. La imagen del Malbec en el mundo es muy buena.
Llevar aún más los precios hacia arriba, ¿es deseable?
Subimos de precio porque el mix cambió. Vendimos más vino en las gamas más altas, vas vendiendo vinos de un valor promedio más alto, vas generando productos de mayor calidad y para eso hay margen. El mercado de vinos de alta gama es chiquito pero en la medida en que sigamos siendo creíbles podemos jugar en categorías más altas.