En el convulsionado contexto pospandemia, donde todo parece cambiar de lugar, y Argentina suma este reordenamiento de prioridades a su caos natural engrosado por una inflación que ya ronda el 75% anual, asistimos a un nuevo panorama que las bebidas alcohólicas – y el vino en particular – necesitan analizar si no quieren seguir perdiendo terreno.
En 2021 el valor total del mercado de bebidas alcohólicas en Argentina fue de usd 7500 millones. Los más dinámicos fueron los de la categoría RTD, que pasaron del 1 al 3%, la cerveza subió del 44 al 47% en su participación, mientras que el vino cayó al 26%, medido en valor.
Al menos desde 2007 la cerveza le viene ganando al vino en millones de litros consumidos, de una manera escandalosa. Así pudo apreciarse en los datos que compartió Daniel Rada del Observatorio Vitivinícola en su último estudio sobre Mercado Interno que fue compartido en una reunión organizada por el Fondo Vitivinícola.
En 2016 hubo un punto de inflexión, en el que el consumo de cerveza comenzó a repuntar y el vino a bajar sostenidamente. El vino mantuvo a la baja hasta los 850 millones actuales mientras que la cerveza ascendió hasta llegar a los 2300 millones de litros.
¿La justificación radica en el precio por litro? Ciertamente. “A partir de 2015 el vino subió de precio mucho más rápido que la cerveza e impactó fuertemente en volumen, cosa que no había ocurrido hasta 2015 cuando los precios relativos de ambos se mantenían en los mismos niveles” explicó Daniel Rada.
Según datos de Euromonitor el canal off trade (supermercados, minimarkets, autoservicios) comercializa 213 mil millones de pesos en cervezas.
“El canal off trade representa para la cerveza 64% del valor frente al 93% en volumen, acá influye mucho el factor precio. En cuanto al canal de botella abierta, todavía no llega a 350 millones de litros que tenía antes de la pandemia.
Asimismo este canal representa el 9% del total de las ventas, $550 es el precio por litro en este canal promedio y se venden 120 mil millones de pesos en cervezas” apunta Rada.
El vino en cambio, obtiene más valor en los canales de botella abierta u “on trade”. El off trade vende 742 millones de litros, contra 100 millones que se venden en el on trade, pero en valor se comercializan usd 125 mil millones en el off trade frente a los usd 60 mil millones en el on trade. En el primer canal (supermercados, autoservicios) el precio promedio del vino es de $172, mientras que en el ontrade el precio promedio (2021) es de $ 600.
Rentabilidad
Un dato no menor respecto de los 2000 mil millones de dólares comercializados por vino en mercado interno, es que sólo usd 840 mil millones se quedan en las bodegas, el vino comercializado en el on trade le deja a la bodega el 12% de su valor, mientras que el canal off trade le deja 50%, o sea al final el productor se queda con el 42% del valor del vino.
Primer semestre 2022
El precio del vino subió 41% mientras que el de la cerveza sólo aumentó 17%: el que más aumentó fue el vino en tetra que subió 48% impactando fuertemente en los volúmenes de venta. “En 2021 el tetra aumentó 92% en precio, en ese segmento hay siempre 70 u 90 millones de litros que van y vienen y son los que compiten directamente con la cerveza” explicó Daniel Rada.
En cuanto a los despachos, hubo una pequeña caída en consumo de tintos, y un mejor desempeño de consumo de vinos blancos, cambiando la relación 70 – 30. “Ahora los blancos tienen el 36% del consumo, y un 4% los rosados. Casi el 78% del vino comercializado es sin mención de variedad, los que más subieron en ventas fueron el torrontés riojano y el syrah entre los tintos”.
Si hablamos de envases la botella de 750 cc sigue conservando el 43% de las ventas, contra 35% del cartón, y el 17% la botella de 3/8.
En cambio las botellones de 1.25 lts caen 9%, aunque fueron los envases más vendidos en la pandemia cuando la gente se replegó en sus casas y retomó el almuerzo familiar.
Resurgimiento del deseo: Desafíos y oportunidades
Observar los comportamientos post- pandemia es clave para el mercado. El encargado de brindar este panorama fue el consultor Guillermo Olivetto, quien graficó la situación de Argentina como “una división o disociación”.
“El 75% de la población dice que las cosas están mal y estarán peor, casi sin perspectiva, la gente concentrada en el día a día y muy enojada” dijo por un lado. En la parte luminosa, hay otra Argentina que tras el coronavirus quiere recuperar las ganas de vivir.
“Saben que todo va a explotar, y mientras tanto gastan, en lo que les gusta, porque nadie piensa a futuro. Hay un profundo desánimo, la gente está ofuscada, muy violenta, enoja la inestabilidad, la incertidumbre genera el malestar. En lo personal, la gente quiere volver a lo normal”.
La sociedad contemporánea durante la pandemia estuvo con mucho miedo, y clave actual sería el “resurgimiento del deseo”.
“Con la idea de que el deseo ganará, en Europa la inflación es del 10% hay guerra, y la gente lo único que hace es ir a comprar y a salir de vacaciones, lo mismo pasa en Argentina. Con lo cual el deseo detrás del cual corre el mundo vacunado, es volver a la normalidad” dice Olivetto.
Oportunidades para el sector
Según las encuestas realizadas por la consultora la gente quiere cosas nuevas, busca algo que la entusiasme, que le dé alegría y vida.
En este sentido la industria del turismo es la más beneficiada, en particular porque el trabajo se volvió portátil y móvil.
Y aquí los productos que ganan son los que están listos para ser consumidos, lo inmediato. “A pesar que la gente dice que todo está mal, todo se mueve, los shoppings subieron sus ventas un 45%, 15% la venta de ropa, 25% los electrodomésticos. En cambio los inmuebles, autos y turismo al exterior cayeron porque son de consumo a largo plazo – añade Olivetto – En consumo masivo dos categorías empujan fuerte, golosinas y bebidas con alcohol, que crecieron 13% en volumen”.
La proyección de crecimiento del consumo masivo es de 3%. No obstante el poder adquisitivo cayó 3,6% en 2021. Argentina supo tener usd 1500 de salario promedio, hoy usd 500 de salario promedio.
El dato oficial del INDEC es que se terminará el año con inflación superior al 75%.
Así y todo el argentino compra. Y lo que la gente compra ahora debe ser una recompensa, algo nuevo, un premio, algo que lo inspire y le dé ganas de vivir. Tarea para la industria, pensar el vino en esos términos.