Llega la época de Vendimia, y con ella la siempre convulsionada realidad del mercado del vino y las uvas. Este año, con una producción que cayó – según datos oficiales- casi 39% en relación a la media histórica, el mercado de uvas se encuentra fuertemente sacudido, y hay incertidumbre acerca del precio del vino.
En la zona Este hay ofertas de 240 pesos por el kilogramo de malbec, aspirant y ancelotta, explicó un productor de Junín que pidió mantenerse off the record. “El precio será bueno, pero perdimos más del 50% de la producción, por lo tanto en términos reales sólo obtenemos una mejora del 25%” explicó este productor que además elabora vinos propios. Como contracara, está la mirada del bodeguero que ve el impacto del precio por kilo directo al costo por litro en un mercado de demanda estancada.
En la viña se observa que a causa de las heladas se abortaron flores, “queda un racimo flojo, los tachos pesan menos de 20 kg” indicó el mismo productor refiriéndose a ancellota y malbec. “El vino será bueno, con mucha concentración y color, incluso para el syrah, pero la producción será mucho menor” vaticinó.
Muchos, como él, prefieren quedarse con su uva y elaborar vino, no venderla aún si el precio es alto. “Porque estimamos que el año que viene la producción también será muy baja, la pérdida seguirá, ya que hay brotes completos completamente secos, pensamos que vamos a tener que podar a pitones con mayor producción para en el año 2025 volver a tener una producción razonable con cargadores normales”.
El clima castigó lo que ya venía golpeado
Para tener un panorama de lo que pasa con los plantas, hablamos con el ingeniero agrónomo Pablo Minatelli, quien tiene muchas vendimias en su haber. “Tuvimos un noviembre muy caliente con poca agua, este es un mes clave para la floración y el cuaje, además de que la planta estaba maltrecha por la helada, la falta de agua y las ineficiencias de riego, sobre todo en la primavera. A esto se sumó el granizo y la helada de fines de febrero. El ojo no alcanza a ver cuán chicos quedaron los granos y la menor cantidad de peso hasta que cosechás. Estamos expectantes a ver qué pasa con las tintas, los impulsores de precios altos dicen que las tintas mermaron tanto como las blancas”.
Lo que sí es un hecho es que la cosecha de los blancos está terminando y fue muy mala. “Todo mundo echa la culpa a las heladas y los días de calor pero esto es consecuencia de arrancar hectáreas de uvas blancas – aseguró Pablo Minatelli- el mercado de los blancos siempre estuvo en el piso, y cuando se desplomó el consumo de espumante en la pandemia, quedó expuesta la uva blanca cuya importancia en el esquema de producción no ha sido tenido en cuenta”.
Con el revival de los blancos se estima que este consumo podría llegar al 25% pero con la estructura que hay de blancas en Argentina será imposible cubrir la demanda, de hecho los viveros tienen comprometida la producción para los próximos 2 años.
La realidad es que la merma en kilos genera una gran presión sobre los precios. “Se hablan cosas increíbles 280 pesos el kilo de malbec, si bien el precio del año pasado fue desactualizado, estas pretensiones quedan muy por encima de lo que las bodegas pueden pagar” aseguró Minatelli.
El año pasado hubo operaciones en las que se llegó a pagar 140 el kg de Malbec pero el precio promedio fue de 85 pesos; los valores más altos se pagaron en Valle de Uco (entre $ 110 – 115).
Operaciones de vino y uva
Las operaciones varían mucho de zona a otra. La cosecha de Valle de Uco donde están las uvas blancas más requeridas además de la mayor producción de Malbec, quedó muy diezmada.
Tati Gaibazzi, comercializadora de uvas y vinos, comentó que los blancos del Valle son muy requeridos. “Hay productores que están pidiendo hasta 400 pesos por kilo de Sauvignon Blanc, aunque esas operaciones terminan cerrando tal vez en $300. Sin embargo, esta es una una uva que el año pasado costaba 100 pesos”, explicó.
En relación al Malbec de primera zona, una uva Malbec que se vendía el año pasado a 70 pesos, hoy se vende a 250 pesos, y los productores exigen que se les las formas de pago, no dando más de 4 a 6 meses de plazo, y en muchos casos, contado rabioso.
“Por estos precios hay bodegas que prefieren salir más adelante a comprar vino, porque están seguros que estos precios más altos no se trasladarán en el mismo porcentaje al vino” proyectó Gaibazzi.
“Hoy un vino genérico, por ejemplo, se vende a 220 pesos; y la suba del genérico, no hace subir en la misma relación los vinos de las tintas A y B, donde los varietales tienden a achatarse. Sí han subido de precio los blancos, por un tema de escasez y demanda. Una base de Chenin para espumantes en San Juan en una operación grande (10.000 qq) se pagó a 180 pesos el kilo, que es un precio muy elevado” dio como ejemplo.
Los datos del INV a febrero de este año indican que hay un poco más de 970 millones de litros de stock vínico; esta importante cantidad se explica parcialmente por la caída del consumo interno, pero también porque el año pasado varios negocios de exportación de fraccionado se cayeron.
“Sabemos que hay establecimientos grandes que tienen stock de vino y no van a salir a comprar uva, las operaciones de precios altos se van a dar en determinados segmentos y para negocios muy puntuales, no va a ser general. Cuando liberen el vino y se reunan los stocks del 2022 con los del 2023, creemos que el vino va a terminar en un precio medio, los aumentos del vino no serán proporcionales a los de la uva” indicó la comercializadora.
