Tres mujeres excepcionales, tres cocineras de lujo. Florencia Lafalla (Alma), Vanina Chimeno (Chateau La Coste) y la chef residente Flavia Amad, cerraron el ciclo «Cocineras Al Mando» en Osadía de Crear, restaurante de la bodega de Susana Balbo.
AL MANDO es una iniciativa que busca, con estos encuentros «pop up», iluminar a mujeres de la gastronomía argentina que trabajan duro para que su legado sea un mundo mejor.
«A través de este ciclo le damos lugar a otras mujeres referentes en la gastronomía a que compartan experiencias, conceptos, creación y pasión, explicó Ana Lovaglio, gerente de marketing tanto del restaurante como de la bodega.
En cada encuentro, las cocineras crean en conjunto un menú de almuerzo que exprese la impronta personal de cada una de ellas.
En el tercer y último encuentro de este año, además de disfrutar de su destacada gastronomía, tuvimos la chance de charlar con estas tres mujeres profesionales de la cocina, que nunca antes habían trabajado juntas, y que sin embargo crearon una sinergia maravillosa que se vio reflejada en los platos.
¿Cómo se arma una cocina de tres?
Por un grupo de whatsapp (Vanina) Flavia fue dirigiendo, pusimos las ideas, y si algo se repetía, cambiábamos, sin problema. Fue algo muy sencillo.
¿Sus estilos tienen algo en común?
Creo que nuestros estilos son bastante diferentes (Vanina) Lo que tenemos en común, es que somos tres mujeres que trabajamos mucho y somos mamás. Así que aprovechamos este espacio y hablamos muchísimo (risas), nos desahogamos; la cocina es muy solitaria, a veces estás tres horas en silencio, deshojando perejil… así que esta experiencia me encantó.
(Flavia) Como dice Vani tenemos muchas cosas en común a nivel personal, la sinergia que se creó fue increíble. A mí me ha encantado abrir mi cocina todo este año para cocinar con ellas. Tuvimos dos experiencias anteriores, estuvieron Ginella Mazzocca, de Cocina Gardenia, Mendoza y Paula Chiaradia, de Fonda Sur Bistró & Almacén, Trevelin, Patricia Courtois de 5 Suelos, Mendoza y Florencia Rodríguez de El Nuevo Progreso, Tilcara. Todas experiencias súper enriquecedoras.
(Florencia) Las mujeres somos multi – task , somos sensibles, organizadas, prácticas, concretas, podemos charlar mientras trabajamos y eso fue fantástico. De hecho cuando me llamaron pregunté si íbamos a poder conversar! (risas).
La actualidad de las tres cocineras
(Florencia Lafalla) Yo estoy junto con mi pareja en Alma, al frente del restaurante que creamos en Bariloche. Es un restó chiquito, de sólo 20 mesas. En nuestra carta está lo que nos gusta comer a nosotros, no nos fijamos ni en tendencias ni en estudios de mercado. Para nosotros la comida es una forma de vida y un disfrute, y eso tratamos de transmitir en Alma.
(Vanina) Estoy con mi restaurante en Chateau La Coste, en Francia, al que voy cuatro veces al año. Acá en Mendoza, también estamos trabajando con la cocina de la bodega del mismo dueño. Algunos me preguntan por la reapertura de mis restaurantes en Mendoza, pero todavía no, lo sigo pensando. Me acobarda sobre todo el tema impuestos, cargas sociales, las trabas que tiene una empresa propia en Argentina.
(Flavia) Yo llevo todo el gerenciamiento de alimentos y bebidas en el hotel de Susana Balbo, y en la bodega Turismo & Hospitalidad, a eso le sumamos la parte gastronómica de los dos restaurantes. Siempre hay algún nuevo proyecto, dando vueltas por allí, pero por ahora muy feliz así.
El menú
Disfrutamos del estilo de cocina de estas grandes profesionales en un menú que contó con 3 entremeses, uno de cada cual. Vanina Chimeno fiel a su estilo sirvió una flor de zucchini rellena con queso de cabra y hongos, más zucchinis fileteados con una salsa ácida. En tanto, Flor creó una Orilleta (es como una galleta) elaborada con maní y con un alioli de membrillo. Por último, Flavia se lució con un Tuile (es como un taco de masa filo) relleno con crema de arvejas y gel de melón. El vino que acompañó esta etapa del menú fue Osadía de Crear rosé de Pinot Noir.
En tanto, la entrada de Vanina fue un plato fresco y sencillo, espárragos con huevos, papas y mostaza de Dijon, acompañados de una ensalada de peras escalivadas, verdes y ricota. El vino elegido fue Susana Balbo Signature Barrel Fermented Chardonnay, una verdadera obra de arte.
Se sirvieron dos principales; el primero unos agnolottis «quemados» (con sabor ahumado) con una salsa fresca y natural de berenjenas, tomates y mascarpone, maridados con Ben Marco Sin Límites Orgánico Malbec (exquisito).
Con un punto bien rojo, al estilo europeo, se sirvió luego una porción de cordero, con una exquisita salsa a base de puré de castañas de cajú, cerezas marinadas, e hibiscus (flores). El Cordero fue servido con Ben Marco Expresivo.
Para finalizar, una crema de limón junto a una granita de manzana verde (para limpiar la boca) y cerrar con una crema de azúcar rubia, cookies de sésamo, y un delicioso turrón de semillas de sésamo y pimiento rojo. Por supuesto, acompañó Crios Dulce Natural.
Para el café, una galleta marinera con chocolate, avena y coco, que me recordaron con cariño los bocaditos de Qáquer que comía en mi infancia.
Los pop ups de Cocineras al Mano continuarán en 2024 con nuevas propuestas. Precio sugerido del menú: 40.000 pesos.
