Esta semana se celebró el Día Internacional de la Mujer, y sobre la posición de las mujeres en la industria del vino hablamos con la ingeniera Mariela Ardito.
Mariela tiene 48 años, es enóloga del Liceo Agrícola e ingeniera agrónoma graduada en la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNCuyo.
Como elaboradora de vinos ha desempeñado cargos en Chandon, Rutini, Salentein, Cote de Saint Daniel en Ucrania, Rossi Moltacino en Italia, WOFB Bolivia, Casa Palmero, Casa Vinicola Reyter, Borderio, Algimza, entre otras. Actualmente se dedica a asesorar proyectos para terceros y tiene su propio vino.
También se dedica a Recursos humanos en mandos medios y altos, dada su especialización en Gestión de calidad, que suele decantar en la búsqueda de perfiles adecuados para los puestos de trabajo.
- ¿Cómo ves la posición actual de la mujer en la industria del vino?
Hoy la mujer se encuentra con un alto nivel de participación en todos los niveles y áreas del sector. Cumpliendo roles y haciendo frente a desafíos que hace 20 años eran impensados. Logrando vinos excelentes y gestionando bodegas y proyectos exitosos.
- ¿Podemos decir que aumentó en los últimos años la demanda de mujeres para mandos medios y altos?
Claramente. Las búsquedas hoy se orientan a perfiles que se adecuen mejor al trabajo, sin importar el género, y en muchas empresas vemos que hay equipos completos conformados por mujeres, empezando por los mandos altos.
- ¿Cuáles son las mujeres de esta industria que te marcaron como profesional?
Entre la mujeres que me marcaron en esta industria Susana Balbo y Dolores Lavaque siempre fueron referentes en mi carrera.
- ¿En qué proyectos estás trabajando ahora?
Actualmente llevo adelante las bodegas Borderio, Valle de Encuentro, Rabdomante y mi proyecto personal Ubuntu, nombre africano que significa «yo soy porque otros son». Es un nombre ligado al cooperativismo visto desde el punto de vista real de la cooperación, no desde el modelo cooperativista; en los proyectos chicos lo vemos, nos ayudamos mucho, compartimos recursos para salir adelante.
- ¿Cuál crees será el principal desafío de las bodegas en 2023?
El desafío del 2023 de las bodegas es seguir buscando estrategias de unión para la industria que nos permitan intervenir en políticas que se reflejen en una mejora y crecimiento del sector para afrontar la situación económica actual.
