La «película de terroir» que arrancó allá por 2008 en Argentina, esa que filmaron con sus trabajos de campo grandes nombres de la Enología como Alejandro Vigil, Marcelo Pelleritti, Edgardo Del Popolo, Sebastián Zuccardi, los hermanos Michelini, el Colo Sejanovich, Martín Kaiser, Roberto de la Mota, Daniel Pi, Santiago Mayorga, Patricio Santos y muchos más, desembocó en la identificación de regiones y microregiones que fueron bautizadas y reconocidas por sus características diferenciales de suelo y clima.
Así nacieron las Indicaciones Geográficas para el vino: hoy están reconocidas 110 Indicaciones Geográficas (IG) en Argentina y 2 Denominaciones de Origen Controladas (DOC).
Un incesante desarrollo en el trabajo con microregiones, llevó a que sólo en 4 años se aprobaran 9 IG, las últimas Sarmiento en Chubut y Vistalba en Luján de Cuyo, de reciente aparición.
Necesidad claramente impulsada por el desarrollo de vinos high end, los que las bodegas colocan en la cúspide para enamorar a críticos y gatekeepers de todo el mundo. Así las cosas, a partir de 2019, hubo un repunte de ventas de estos vinos con un crecimiento del 119% en el período 2018-2022, seguramente impulsados muchos de ellos durante el año de pandemia, en que muchos de estos vinos de lujo – fuerte trabajo de difusión mediante- llegaron a muchos hogares argentinos. Estos datos se desprenden del último informe de Vinos con Denominación de Origen publicado por el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV).
Los datos más recientes que tiene el Instituto son del año pasado, y muestran que se vendieron 39 millones de litros de vinos IG/DOC, lo cual representó el 3,6% del total de vino comercializado. Esa participación en el año 2018 era del 1,6%.
En la actualidad, las IG más utilizadas en 2022 son Valle de Uco (41%), Patagonia (13%), Valles del Famatina (8%) Valles Calchaquíes (7%) y Mendoza (7%), mientras que la DOC más reconocida por los consumidores es Luján de Cuyo.
En el año 2022 se despacharon al mercado interno 17,9 millones de litros de vino con IG y DOC. Gracias al renacimiento de la DOC Luján de Cuyo, que cuenta actualmente con 12 bodegas entre sus miembros, se vendieron 511.537 litros con estas etiquetas en mercado interno.
Las IG con mayor volumen vendido en mercado local son Valle de Uco (37%), Patagonia (23%), Valles Calchaquíes (11%) y Valle de Cafayate (7%)
A diferencia de una IG, que «identifica un producto originario de una región, una localidad o un área de producción delimitada del territorio nacional no mayor que la superficie de una provincia o de una zona interprovincial ya reconocida», una Denominación de Origen Controlada (D.O.C.) es el nombre que identifica a los productos originarios de una región, cuyas cualidades particulares se deben al medio geográfico, que abarca tanto a los factores naturales como a los humanos que generan su producción. La D.O.C. Luján de Cuyo fue la primera de América.
El informe del INV no habla de precios promedios en mercado local pero sí destaca que justo detrás de las IG más conocidas, las microrregiones que más venden son Gualtallary y Agrelo con una participación de 1,5% y 1,2% en volumen respectivamente. Le siguen Mendoza, Los Chacayes, La Consulta y Paraje Altamira. Bastante por detrás, con volúmenes que van entre 45 y 60 mil litros están Barrancas, Valle del Pedernal, Santa Rosa, Colonia Caroya y Chapadmalal.
Las IG argentinas que empiezan a ser reconocidas en el mundo
El informe muestra que las principales compras de estos vinos especiales vienen de Estados Unidos, Reino Unido y Brasil, siendo este último el más interesado en los vinos de la DOC Luján de Cuyo.
Así las cosas, las exportaciones de vino con IG/DOC en el año 2022 alcanzaron un volumen de 21,1 millones de litros por un valor FOB de 101,5 millones de dólares.
Si bien la participación aún es baja, en porcentaje estos vinos crecieron 103,3% en volumen y un 113,6% en valor FOB respecto al año 2018 (5 años).
Franjas de precios
El precio medio de los vinos con Indicación Geógrafica, según se desprende de los datos del informe medidos el año pasado, fue de 4,8 U$S por litro, un 55% por encima de la media del total de los vinos.
Los vinos de IG que provienen de microrregiones están por encima de ese valor FOB. El año pasado, el precio promedio de un vino de Lunlunta fue de u$d 20,6 por litro (sólo 1500 litros exportados) y Paraje Altamira con u$d 20,4 el litro (118.539 litros exportados).
Le sigue justo por detrás San Pablo (una microrregión alta en Tunuyán) como la IG con mayor precio por litro, con 19,7 dólares, pero poco más de 23.000 litros enviados al exterior.
El precio promedio de un vino de Lunlunta fue de u$d 20,6 por litro (sólo 1500 litros exportados) y Paraje Altamira con u$d 20,4 el litro.
En el concierto total de exportaciones argentinas, los que tienen IG/DOC en su etiqueta ocupan el 8% del volumen total de exportaciones de vino 2022 y el 12,3% del valor FOB. El 98,2% del volumen corresponde a Indicaciones Geográficas y el 1,8% restante a la DOC Luján de Cuyo.
Las IG con mayor volumen exportado son Valle de Uco (45%), Valles de Famatina (14%), Mendoza (12%), Patagonia (6%) y Valles Calchaquíes (4%).
Precios por caja
El vino sin mención varietal fraccionado es el que obtiene el mayor precio medio (8,4 U$S/l),
seguido por el varietal (5,8 U$S/l) y el espumoso (5,5 U$S/l), mientras que el granel varietal se
exportó por un valor de 0,7 U$S/l. El precio medio de la DOC Luján de Cuyo fue de 5,7 U$S/l.
El análisis por franja de precio indica que para el caso de vinos con DOC los mayores volúmenes se exportan dentro de la franja de precio de 39 a 60 dólares por caja de 9 litros. Esta franja concentra el 76% del volumen total.
En las exportaciones de vino con IG, el volumen mayor se exporta en la franja de precios de 26 a 39 dólares por caja (33%) y en la franja de 39 a 60 dólares por caja (26%).
