Los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Vitivinicultura muestran un volumen de 22 millones de quintales cosechados a nivel país, un 7% más que lo recolectado en la temporada pasada y donde el incremento se concentra principalmente en uvas tintas y rosadas.
En Mendoza, la cosecha 2021 alcanzó los 15,5 millones de quintales lo cual implica un incremento de 7,8% respecto a 2020.
Eduardo Sancho, presidente de ACOVI, estimó en conferencia de prensa organizada por la entidad en la que se analizaron los volúmenes, los equilibrios y los precios, pronosticó en cuanto a volúmenes vs. consumo que será “un año equilibrado”. Sin embargo aclaró que ese panorama puede cambiar. “Todo dependerá de dos variables, la recuperación o no del salario (para el consumo interno) y el tipo de cambio, ya que en la medida que el tipo de cambio mejore Argentina tendrá más chance de exportar graneles”.
Con una baja considerable en volumen frente a lo exportado en 2020 durante los primeros tres meses del año, los vinos a granel argentinos están jugando bien en el segmento varietal. “Este año los vinos varietales básicos a granel se está moviendo. Argentina tiene una presencia en el mercado de graneles que antes no tenía, quizá esta recuperación que hemos tenido nos ha hecho más conocidos en el mundo del vino y tenemos la ventaja de poder vender un vino un poco más caro, pero muy reconocido” analizó Sancho.
Recordemos que los vinos a granel actúan como factor clave en el equilibrio de las existencias vínicas de todos los países. Este año Francia e Italia perdieron cosecha debido a las heladas y se esperaba que esta merma repercutiera directamente en la compra de graneles del resto del mundo. Consultado sobre este punto Sancho explicó que “ es cierto que Francia e Italia sufrieron heladas este año, pero no España que es el gran exportador de graneles en el mundo. Nos puede jugar un poco a favor esta situación general porque habrá algunas mermas, pero aún no sabemos cuánto”.
“Como conclusión simple diría que es un año equilibrado, pero si se complican las variables económicas podría haber un excedente – aclaró- . Sin embargo, no vemos que esto pase. No creo que haya cambios en el precio del vino tampoco” vaticinó Sancho ya que este año se cuenta, además, con otro mecanismo de regulación para los excedentes, el Banco de Vinos, que acorde a como se mueva la balanza de exportaciones y despachos, podría retirar del mercado unos 40 o 50 millones de litros.
Costos en alza y falta de acuerdos interacionales: el eterno problema
La falta de acuerdos arancelarios internacionales para el vino sigue siendo problema para nuestro país, pese a la gran calidad de sus vinos. Un problema de larga data en el que COVIAR puso la mira, y está intentando convencer a Cancillería de la necesidad de negociar productos regionales, como el vino, por separado en terceros países. “Tenemos que avanzar en las negociaciones internacionales, ya que la mayoría de nuestros competidores – caso Chile- están con arancel cero y nosotros llegamos en muchos casos con 25% de aranceles, este aspecto clave y fundamental y en eso estamos trabajando”.
En cuanto a los costos, la necesidad de recomposición salarial frente a una inflación galopante, más la escasez de mano de obra, llevaron este año los costos a las nubes. “ año el costo de la ficha fue de 35 pesos (incrementó 90%) y ese factor representa más del 50% de los costos, por encima de la inflación” detalló el informe presentado por ACOVI.
Para producciones de rendimiento alto, se recomendó por costos la cosecha asistida que tiene tanto componente humano como tecnológico. Se utilizan bines que se dentro del parral que son retirados por un tractor con una uña. En este caso se necesita menos mano de obra. Aquí el valor rondó los 310 pesos por quintal cosechado.
En tanto la cosecha mecánica que se usó mucho este año por falta de trabajadores y que incluye alquiler de cosechadora, costos de flete y costos de reposición de madera, estuvo este año en 386 pesos por quintal, lo que representó una suba del 44% en relación al año pasado.
“Es por eso que en Mendoza Activa II, sería interesante que más empresas busquen capital para cosecha asistida, ya que cada año tenemos el problema que los cosechadores no quieren inscribirse para que no les saquen los planes, por la corresponsabilidad gremial el productor necesita que se registre en la obra social, ART y aporte y contribuciones. Necesitamos que estos planes sociales dejen de ser un impedimento para la registración. Por eso también trabajamos en un proyecto de ley para que los trabajos estacionales sean un complemento de los planes” concluyó Nicolas Vicchi gerente de ACOVI.
