Para la actual Vendimia, las estimaciones del INV indican que habrá una producción de 15.352.900 qq, lo que implica una baja del 21% respecto de la cosecha 2022, que fue de 19.368.030 qq. No obstante, la del año pasado ya fue una cosecha merma.
El promedio cosechado de los últimos 12 años, que abarca desde el año 2011 a 2022, es de 23.410.759 qq. Así se aprecia que existe un desvío porcentual sobre el mencionado promedio de -34% respecto del estimado 2023, lo que representa 8.057.000 qq menos.
Para la provincia de Mendoza (que concentra más del 70% de la producción), se estima una disminución del 23% con relación a la cosecha 2022, alrededor de 10 millones de qq. Esta baja responde a la ocurrencia de heladas tardías y tormentas graniceras, además de la escasez hídrica que se ha repetido este año.
El presidente del Instituto Nacional de Vitivinicultura, Martín Hinojosa, explicó que las contingencias climáticas, la disminución de la superficie implantada de viñedos y la carencia de agua para irrigar «nos llevará a tener una de las vendimias más bajas de los últimos años. El clima nos está castigando cada vez con más frecuencia y frente a ello deberemos comenzar a trabajar en defensas efectivas y modernas que nos permitan darle lucha y seguir produciendo”.
El Gobierno de la Provincia tras conocerse estos números, indicó que este año no será obligatorio que se destinen uvas a mosto. Esto es en el marco del conocido acuerdo entre Mendoza y San Juan, por el que se busca mantener un equilibrio en los stocks destinando parte del uva a mosto y a otros subproductos. Desde la Provincia se evaluó que reducir aún más el stock vínico podría afectar negativamente los precios pagados al productor.
Al respecto, Rodolfo Paolucci, presidente de la Cámara Argentina de Fabricantes y Exportadores de Mosto, le dio diario Mdz que el acuerdo es una herramienta legal que tienen los gobiernos provinciales, pero no se mostró sobresaltado ya que estimó que el mercado «se autorregulará, debido a que hay uvas que prácticamente no tienen otro destino que no sea el mosto», o sea, sólo sirven para endulzar y no tienen alta calidad enológica.
El que sufrirá el impacto de la cosecha menor es el vino a granel, que en los próximos días se presenta en la ProWein en Alemania. A sabiendas de que se pronostican pérdidas debido a las heladas y recientes condiciones climáticas, las empresas saben que este año el granel no será competitivo debido a que la cantidad podría disminuir. “Por lo tanto mantener a nuestros clientes con oferta suficiente y a buen precio será la mayor tarea” comentaron algunos de los que se presentarán en la feria.
Cómo vienen los precios
La Asociación de Viñateros de Mendoza subrayó que es notable la disminución en la producción de este año en todo el país, la cual evidentemente se sigue haciendo más aguda con los acontecimientos climáticos que siguen sucediendo, por lo tanto, esto deberá verse reflejado en el precio pagado al productor.
«Hace años que venimos vendiendo nuestro producto a un precio inferior al de los costos, lo que ha llevado a que más de 3000 productores abandonen su actividad. Las bodegas deben entender que si seguimos este camino nos quedaremos sin productores, con todos los perjuicios sociales, económicos y habitacionales que ello provocaría para toda la sociedad» aseguran.
Con todos estos fundamentos, las distintas entidades de viñateros de Mendoza y San Juan, establecieron precios bases sugeridos por kilogramo de uva de contado al día de esta Asamblea 20/01/2023 (zona Norte, zona Este, zona Sur y Provincia de San Juan ) los siguientes:
CRIOLLAS/MEZCLAS DE $ 110-115
BLANCAS A $ 260-280, BLANCAS B $ 135-140
TINTAS A $ 230-240, TINTAS B $ 160-165.
Además, sostienen que estos precios base deben ser reajustados según el IPC que mensualmente publica el INDEC desde el día de entrega de la uva hasta su efectivo pago.
En los pasillos ya se habla de aumentos del 150% en uvas de calidad enológica (caso Malbec) e incluso más en zonas donde las pérdidas fueron mayores.
