Compartir

Share on facebook
Share on twitter
Share on linkedin
Share on telegram
Share on whatsapp
Share on email

Compartir

Share on facebook
Share on twitter
Share on linkedin
Share on telegram
Share on whatsapp
Share on email

El vino argentino vive una pesadilla de la que es difícil despertar

Se dice y se repite en estos días que la vitivinicultura argentina atraviesa su peor momento en los últimos 30 años. Exagerado? Bueno, es cierto que no estamos en los 80s con los despidos masivos en las bodegas, cuando el vino no valía nada y hubo que tirar millones de litros que nadie compraba, y cuando asistimos al peor raleo de viñedos registrado en nuestro país.

 Pero pasada esa época negra, no es muy desacertado decir que el panorama de hoy es cierne bastante oscuro.

Vamos a mercado interno. En el primer bimestre del año los números – que ya eran malos el año pasado- continúan a la baja;  -8.9%

Según datos provistos por una importante consultora nacional  hoy más del 60% del vino que se vende en Argentina pasa por los supermercados. Allí las ventas de vinos tranquilos cayeron entre noviembre y diciembre del año pasado 10%. Si a esto sumamos que los supermercados están obligados por el Gobierno a sumarse a su plan de Precios Justos, vemos que las bodegas que quieren vender por ese canal no tienen autorizados aumentos mayores a 3,2% mensual. Bizarro, en un país cuya inflación supera el 100% anual.

Para colmo, una cosecha mala. Hasta el momento (y faltan 10 días para que se acabe la vendimia) Se han cosechado 11 millones de quintales. Con suerte se estima que se llegue a 13 millones, aún por debajo del  (mal) pronóstico del INV que era de 14,5 millones.

El precio de la uva se ha duplicado: las fuertes pérdidas más el incesante aumento de costos están llevando este insumo a tener aumentos del 200 y 300% en algunos casos.

Así las cosas se estima que la caída total del mercado de vino para 2023 será del  30%.

Datos del desbarajuste

“Ahora sobran botellas, tenemos sobre stock porque las bodegas el año pasado se stockearon  y porque tenían expectativas mayores de venta para fin de año que no se cumplieron” comentó el vendedor de una empresa proveedora. Dato confirmado por el INV que muestra que las ventas de vino embotellado en este primer bimestre del año cayeron por encima del 14%.  Ah! Las botellas de vidrio también están en el plan Precios Justos, por lo que no pueden incrementar sus precios, pese a haber sufrido aumentos de costos que superan el 140%.

Consultado acerca de la coyuntura, el gerente de Bodegas de Argentina Milton Kuret, fue contundente: es el peor panorama en 3 décadas.

“En lo coyuntural lo más grave son los incrementos de costos que el año pasado excedieron largamente la inflación, entre enero 2023 y 2022 hubo incrementos del 140%, a eso se suma una cosecha escasa y precios 200% a 300% en el precio de la uva, que pesan directamente sobre el costo del producto”.

Sobre el tema cadena de supermercados, y el cuello de botella que representa Precios Justos, dijo: “Empieza a generarse un desequilibrio, el vino es mucho más barato en el supermercado que en un almacén o una vinoteca, y esto afecta tanto a la bodega como al canal comercial.  Crece la venta en supermercados donde el vino es económico y decrece en otros canales, es una situación indeseable, en general los vendedores de alimentos y bebidas tratan de mantener la paridad en los canales, ya hay vinos en supermercados que están perdiendo plata”.

La mala fortuna del exportador

A las exportaciones no les ha ido mejor. El Anticipo que da el INV de exportaciones en enero y febrero indican un derrumbe  del 23,7% y acá no sufrió sólo el granel: el embotellado cayó  15,8%.

La exportaciones liquidadas a un cambio oficial, con un 80% de devaluación, generan el arrastre de caída en volumen. “Hay muchos vinos que directamente no se pueden vender afuera, sobre todo en los segmentos más bajos, porque no dan los costos” explicó Kuret.

A la espera del “dólar Malbec” las organizaciones vitivinícolas no paran de reclamar. “Estamos pidiendo insistentemente que se saquen las retenciones al vino (4,5%) por exportar, por eso pedimos tipos de cambios diferenciales, y allí llega el dólar malbec. Massa dijo que habría un cambio diferencial no sólo para el vino sino para la yerba, los limones, el maní, lo que nos han dicho es que están trabajando para ver cómo lo implementan, porque no es sencillo hacer algo abarcativo para todos” dijo Kuret.

Además, se ha visto, el dólar soja lo ponen un mes y lo sacan, algo que no puede hacerse con el vino, cuyas exportaciones son de cocción lenta.  Un pedido de un cliente del exterior se demora entre 45 y 60 días para llegar a puerto y de allí entre 90 y 120 días en que se haga el pago, la ventana de tiempo es muy larga, y por tanto le hemos pedido que éste “dólar malbec” dure el mayor tiempo posible. Si lo hacen por el tiempo anunciado – hasta agosto-  nos va a costar mucho calzar exportaciones” aclaró el directivo de BA.