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Diez tintos argentinos para amar el arte del assemblage

En una región como Argentina, donde el vino está condenado a la identidad monovarietal (obligada por la necesidad de competir en el mundo) es un placer viajar por los tintos de corte, donde se expresan el terroir, la potenciación que hacen entre sí las variedades, pero también – y sobre todo- la mano de los enólogos.

En nuestro país técnicamente para que un vino sea considerado «de corte» tiene que tener menos del 85% de uno de los varietales que utiliza; si es 85% – 15% es considerado monovarietal.

Durante Agosto trabajé una serie de vivos por Instagram en los que recorrimos junto a laureados winemakers la búsqueda y momentos de «Eureka» en los que aparece la poción mágica: un poco de esto, otro poco de aquello» para crear con el elíxir de cada barrica o tanque un  blend o assemblage.

Existen combinaciones probadas a lo largo de siglos y que son la base de algunos de los mejores vinos del mundo. La más célebre es la originaria de Burdeos, que combina cabernet sauvignon, merlot y cabernet franc, mayormente, con algo de malbec y de petit verdot. Los porcentajes pueden variar, e incluso algunas variedades pueden no participar del corte, pero los vinos resultantes llegan a ser asombrosos. Es el caso del Châteauneuf-du-Pape, en el que pueden llegar a combinarse hasta 13 varietales, incluso mezclando blancos y tintos.

Si bien es cierto que la base mayoritaria de los blends tintos argentinos siendo Malbec, ya muchos se animan a ir más allá, con cortes de variedades del Ródano, como el Grenache, o los que deciden que la mayoría será lo mejor que tengan en cada cosecha (Merlot, por ejemplo) o bien tienen importantes cantidades de Cabernet Sauvignon, muchas veces en función de lograr vinos de guarda. Por supuesto, hay que mencionar los blends de terroir, otra tendencia clara en un país con tantas riqueza geógrafica.

Aquí mis 10 red blends recomendados, ordenados por segmento de precio. Al lado de cada uno están las estrellas con las que indico mis preferencias y gustos. 1* Bueno 2** Muy bueno 3*** Excelente

Mythic Mountain Red Blend 2019. Bodega Mythic Cellars. Enólogs Leandro Azin y Verónica Ortego. (**)

Originario de viñedos propios en Perdriel y Agrelo Luján de Cuyo, es un blend bebile de muy buena relación precio/calidad. En su mayoría Malbec, con 30% de Cabernet Sauvignon y 20% de Merlot. Tiene sólo 13.4% de alcohol. El Malbec aporta el dulzor y el volumen, en tanto que el Cabernet le brinda notas especiadas y el Merlot los frutos negros. Pasa sólo 3 meses en barricas de segundo uso, con el único fin de redondear el tanino. Buen dulzor, mucha fruta y como dijimos al comienzo mucha “tomabilidad”. Un tinto joven para disfrutar a toda hora, sin prejuicios. Precio sugerido: $480.

 

 

 

Blend de Extremos 2018. Bodega El Esteco. Enólogo Alejandro Pepa. (**)

Además de tener el placer de charlar con Ale Pepa hablar acerca de los Valles Calchaquíes y palpar ese paisaje único a través de los grandes vinos de El Esteco, diré que este blend de terruños extremos, 50% Cabernet Sauvignon de Cafayate (1700msnm) y 50% Chañar Punco (2000msnm) es único no sólo en su expresión sino en su relación calidad/precio. Si bien la línea tiene tres blends (hay además de éste un Malbec- Malbec y un Malbec- Merlot) escogí el Cab- Cab para la reseña porque el Norte conserva algo que otras regiones han perdido: la tipicidad del Cabernet Sauvignon. Está presenta el pimiento verde y algo que yo llamo “caldo de verduras” que es típico del Cabernet Sauvignon del NOA, que se percibe sobre todo en la combinación nariz-boca, más sutiles notas terrosas. Falta un poco de acidez, pero hay que interpretar ese dato a la luz del terruño, donde el sol golpea la vid 365 días del año y no es sencillo lograr tintos con PHs bajos. Bebible, amable, franco, para beber ya. Precio sugerido: $560.

Familia Bonfanti Blend Reserva 2016 – Bodega Bonfanti. Viticultor Sebastián Bonfanti (**)

La bodega familiar ubicada en calle Olavarría de Luján de Cuyo es una de las joyas que tiene esa zona donde hay vecinos tan lindos como Krontiras y Amansado. La pequeña bodega además tiene restorán en sus amplios jardines. Pero vamos al blend: Si bien los Bonfanti tienen viñedos propios en la zona de Perdriel, decidieron irse a Altamira a buscar el material para este corte, 42% Cabernet Sauvignon 33% Malbec y 25% Cabernet Franc. “Por charlas con amigos enólogos fuimos explorando otras zonas y me enamoré de Altamira; pero no busco tanto lo calcáreo en mis vinos, sino lo floral que brinda la zona” comenta Sebastián. Efectivamente, este corte tiene una marcada presencia de notas herbales y florales en nariz, más fruta roja madura. En boca los taninos están firmes, pero redondos. Un vino jugoso, muy frutado y con buena acidez. Listo para disfrutar ya y a un buen precio $750.

Luminoso GSM 2016. Bodega Corazón del Sol. Enólogo Cristian Moor. (**)

Grenache, Syrah, Mourvedre, un assamblage clásico del Ródano septentrional llega a las cavas de los argentinos gracias a la maestría de Corazón del Sol. Elaborado con uvas de un single block de Los Chacayes en VDU (cada parcela está implantada consecutivamente una al lado de la otra) este GSM 2016 es un vino vertical, con buen nervio y agarre, de presencia calcárea en boca; acidez marcada y taninos que se perciben como tiza, expresión de textura muy apreciada por los que buscan ese “algo más”. En nariz es fresco, lineal, buena presencia de fruta roja ácida como la granada y la fresa, algo de regaliz y flores. Un tinto de primavera destinado a envejecer cómodamente, sin perder atributos. Sólo 7 mil botellas. Precio sugerido: $1.300.

 

 

 

Magma 2016. Bodega Corazón del Sol. Enólogo Cristian Moor. (***)

Malbec 62%, Cabernet Franc 13%, Merlot 13%, Cabernet Sauvignon 12%, una edición limitada de sólo 2.500 botellas. Elaborado a partir de lotes únicos en Los Chacayes /VDU a 1.100msnm. La nariz explota en aromas a frutos del bosque como grosellas, cassis y cerezas, con una nota dulzona que recuerda a días soleados a la vera de un lago en el sur argentino. En boca, algo más desafiante, tiene algunas notas verdes y salvajes. La marcada acidez y los taninos vigorosos, sin embargo, descansan en un colchón de buena caudalía. Ideal para acompañar carnes de caza y ahumados. Para beber ya o esperarlo otros 5 años. Precio sugerido: $1.400.

 

 

 

 

Lejanamente Juntos 2016. Bodega Trivento. Enólogos Germán Di Césare y Magdalena Viani. (***)

Un blend preciosista desde la etiqueta con fileteados dorados que reflejan un concepto romántico, hasta el contenido, un Malbec- Merlot único del que sólo se elaboran 4.800 botellas. La historia de Lejanamente comenzó cuando Enrique Tirado (Concha y Toro) y Victoria Prandina (quien antes formaba parte del equipo enológico de Trivento) decidieron hacer juntos un vino, pero cada uno a un lado de la Cordillera de los Andes. De allí nació el nombre. Compuesto por 83% Malbec de Vistalba y 17% Merlot de Ugarteche de viñedos de bajos rendimientos: la fermentación se practica en tanques de acero inoxidable y la maloláctica en barricas. Luego tendrá una guarda de 15 meses en cubas de roble de 1er y 2do uso por 15 meses. Nariz elegante y delicada, mucha fruta negra, moras y grosellas; en boca es expresivo, la acidez realza los aromas y la textura delicada de taninos, jugoso, fresco y bebible. Está listo para beber, y sin duda bien estibado envejecerá maravillosamente. Precio sugerido: $1400

 

 

 

Lote Negro 2017. Bodega Norton. Enólogo David Bonomi. (***)

El corte promete convertirse en el clásico de Valle de Uco, 60% Malbec 40% Cabernet Franc. David Bonomi, profundo conocedor de la zona, usó los mejores lotes de las variedades en viñedos propios situados entre los 1100 y 1300msnm para lograr un vino profundo como la noche del Valle. Todo en él es “negro” desde la tonalidad del líquido hasta la etiqueta, lo que le da un extra de misterio. En nariz es delicadamente perfumado; expresa las notas florales del Malbec y las especiadas del Cabernet Franc. Pero lo que verdaderamente tiene “punch” es la boca; una bomba de fruta negra que alcanzó su punto justo de madurez, jugoso y ancho, taninos arenosos, acidez que exacerba lo mejor del vino y le permite un prolongado y palatable final. Para beber ya o dentro de 10 años. Precio sugerido: $1800.

 

 

 

Varúa 2017. Bodega Finca La Anita. Viticultor Richard Bonvin. Enóloga Soledad Vargas. (***)

La finca de Agrelo utiliza uvas propias de su “estate” de 70 hectáreas en una de las zonas más preciadas y clásicas de Luján de Cuyo. Un corte particular, en su mayoría Merlot (40%) y Syrah (40%) con un 20% de Cabernet Sauvignon. El corte proviene de lotes seleccionados en los cuales se realizan trabajos específicos antes de la cosecha para potenciar la calidad. Guarda de 15 meses en barricas de primer uso de roble de Allier. El nombre del vino significa “Espíritu” en lengua nativa y sin dudas hay mucho del alma de La Anita en cada botella. En el blend hay mucho de sus dos principales variedades; notas a guinda y grosella típicas del Merlot, especias como la nuez moscada y la pimienta negra del Syrah y el infaltable pimiento rojo del Cabernet. Un bouquet complejo y agradable. En boca es una bomba de fruta con notas ahumadas y licorosas, fruto del paso por barrica que en este vino está más presente al igual que el alcohol. Un blend estructurado y robusto, aunque elegante. Taninos Un ejemplar preparado para guardarlo al menos 5 años. Precio sugerido: $3300.

 

Henry Gran Guarda Nro 1 2017. Bodegas Lagarde. Enólogo Juan Cristóbal Roby. (***)

Si buscamos en Argentina un assamblage con historia, sin dudas es éste. Partida limitada de unas 9000 botellas, lleva el nombre Henry por Enrique Pescarmona, dueño de la bodega y un enamorado (y conocedor) de los vinos europeos. Cuenta la leyenda que Henry es el nombre que le da Lucy, su esposa, cada vez que se enoja con él. A partir de vides de bajo rendimiento de viñedos propios en Gualtallary, Mayor Drummond y Perdriel, se crea este corte Malbec 38%, Cabernet Sauvignon 28%, Cabernet Franc 20% y Syrah 14%. Las uvas se vinifican por separado y luego Juan y Enrique crean el corte con lo mejor que encuentran en cada cuba. La guarda es de 24 meses en barricas de primer uso más estiba de 12 meses en botella antes de salir al mercado. Conserva algo del estilo “Viejo Mundo”, en particular en nariz. El backbone de este vino es el Cabernet Sauvignon que marca claramente su presencia en la estructura; especias aportadas por el Syrah, fruta negra ácida del Malbec y delicada presencia mentolada del Cab Franc. Para beber ya y en 10 años más. Precio sugerido: $3.400.

 

 

Cheval des Andes 2017. Bodega Cheval des Andes. Enólogo Geráld Gabillet. (***)

Fruto de la unión entre el «Premier Grand Cru Classé A» de Saint-Emilion: Château Cheval Blanc y Terrazas de los Andes, nació Cheval des Andes a los pies de la Cordillera de los Andes, en el distrito Las Compuertas. No tiene bodega propia, y sin embargo es el “grand cru” argentino por excelencia. El expertise de la casa de Saint Emilion que llegó de mano de Francois Lurton a Mendoza, se expresa en una única botella que en sus inicios emuló al corte bordelés, siempre con la premisa de ser en su mayoría Malbec. Actualmente, y por decisión del equipo, el corte está compuesto por Malbec y Cabernet Sauvignon (el Cab Franc se desterró) y tiene una pizca de Petit Verdot. En la cosecha 2017 (que obtuvo 100 puntos del crítico James Suckling) se perciben cambios de estilo. La elegancia sigue intacta, pero aparece más la fruta fresca. “Para nosotros esta cosecha marcó un cambio, ya que por sus mismas características se presentó con días frescos y nublados, que permitieron una maduración lenta y completa del Cabernet Sauvignon, el Malbec ganó en frescura”, comenta Geráld. La ecuación logró un buen balance entre acidez, fruta y estructura. Este vino tiene curiosidades, además, como que usa levaduras congeladas que traen desde Francia (una cepa de Cheval Blanc) y que se realiza un test a cada corcho que se usa. Un chevallier francés. Precio: U$S 80.