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«Argentina es la única zona del mundo que puede hacer vinos orgánicos a escala»

Anne Bousquet tiene una amplia historia ligada al Valle de Uco. Llegó por primera vez a Argentina en el 2001, en plena crisis social y económica del país, a visitar a su padre Jean, que se había radicado como viticultor en Tupungato. A los pocos años no sólo estaba viviendo en Mendoza, sino que se puso al frente de la bodega Domaine Bousquet y la convirtió en una de las marcas de vino orgánico argentino más famosas en los mercados de destino.

  • Cómo empezó tu historia de amor con el Valle de Uco?
  • Mi padre llegó en 1997 aquí; con mi marido vivíamos en Boston; yo trabajaba en una empresa como economista y mi marido era trader en la Bolsa. En diciembre de 2001 vine a visitar a mi padre por primera vez porque !pensé que estaba loco! Sin embargo en 2002 hicimos la primera cosecha, y como familia decidimos de inmediato hacer orgánico cuando entendimos el paraíso que teníamos aquí en cuanto a clima. En 2004 mi padre ya tenía vinos y no sabía cómo venderlos, así que fuimos a nuestra primer ProWein y empezamos a vender vino a los países nórdicos. Luego todo se aceleró, en 2009 nos mudamos a Tupungato, yo renuncié a todo y me vine para acá sin hablar español. Mi marido viajaba mucho encargado de las ventas, yo me quedé acá tratando de aprender sobre la vitivinicultura. Y me enamoré de este lugar.
  • Cómo continuó la historia? Tu padre se separó de Domaine Bousquet y creó su propia marca?

En 2011 mi padre decide dejar la empresa, nosotros compramos su parte. Sucede que cuando él vino aquí quería algo pequeño, sólo ser viñatero, no pasar tiempo en los bancos y contadores, así que como parte de pago le dimos una finca que está pegada a la nuestra, y el tiene también un restaurante; vinifica solo para su consumo personal y para el restaurante.

  • En la pospandemia se está registrando un movimiento fuerte en el mundo por vinos saludables, ¿cómo les impactó este boom en ventas y posicionamiento?

Nosotros estuvimos entre los primeros de Argentina en 2005 con certificación orgánica; sabíamos que en ese momento el impacto podría no ser tan fuerte, pero en Suecia ya en 2006 ganamos una licitación con Malbec orgánico. De hecho los países nórdicos fueron nuestro mercado principal por muchos años. En el resto se despertó la demanda después de la pandemia. Hoy ofrecemos una buena relación precio calidad con vinos de Valle de Uco y además somos orgánicos lo cual nos hace muy interesantes, incluso en mercado interno.  Por eso vemos que cada vez más bodegas argentinas agregan productos orgánicos a su portfolio y para mi eso es muy bueno. Entre todos tenemos que hacer crecer la categoría, es muy bueno para el consumidor tomar vinos sin pesticidas ni químicos, y es bueno para la generación futura que manejemos nuestros viñedos de forma sana y natural. Yo estoy convencida que Argentina es la única zona de vinos del mundo que puede hacer orgánicos a escala.

  • ¿Qué pensás de que cada vez se pongan más de moda los vinos biodinámicos, los vinos veganos vinos sin sulfitos?

Bueno, hay mucha alergía en el mundo, tantos químicos puestos en la comida por décadas han generado muchas alergias y enfermedades; al principio nosotros temíamos hacer vino sin sulfitos porque ese químico es el que lo preserva, pero gracias a la pureza de la uva los vinos sin sulfitos que tenemos  de añadas viejas han demostrado envejecer muy bien.

  • Este año como les fue con la cosecha?

Es un año muy triste para Mendoza; somos agricultores, dependemos de la naturaleza, somos muy pequeños frente a la naturaleza, y estos eventos climáticos drásticos (heladas tardías, sequías, piedra), no sólo suceden en Mendoza, están sucediendo en todo el mundo, eso me refuerza el concepto de agricultura sustentable, tenemos que cuidar el ambiente, el suelo. Nosotros acabamos de obtener una certificación ROC, que premia la regeneración de los suelos para que todo el ecosistema se recree, con árboles, arbustos e insectos. Somos la única empresa fuera de Estados Unidos que la obtuvo.

  • No sentís a veces que todo el esfuerzo es un granito de arena en un mundo que no acusa recibo del cambio climático y ni siquiera está dispuesto a sacrificar los combustibles fósiles ni la degradación de los bosques?

Sí, pero al menos lo hacemos. Estamos en una tierra virgen, podemos hacerlo, y hemos ayudado a convertir varios viñedos en orgánicos, y eso me llena de orgullo.

  • En el día de la mujer, que estás festejando en tu bodega, vemos que hay muchas empresarias. Qué impronta crees que está dejando las mujeres en la industria?

Creo que las mujeres podemos  aportar una  conciencia del todo, más global, con  empatía, nos preocupamos de lo que nos rodea, pienso que las mujeres tenemos más esa vocación, escuchamos más, estamos atentas a nuestra entorno, creo que este es nuestro aporte.

  • Dónde  estás viviendo actualmente?

En Miami, en 2015 nos fuimos a armar nuestra propia importadora, pero una vez por semana estoy acá. A mí este lugar me ancla a la realidad simple de la vida.

  • Cómo está la situación para el vino argentino en Estados Unidos?

El vino argentino está muy bien posicionado y muy bien conceptuado en relación precio calidad entre los consumidores. Estoy muy orgullosa de pertenecer a la vitivinicultura argentina. Tenemos una industria que tiene mucho para ofrecer. El Malbec tiene una calidad que crece cada año, es un vino que tiene mucha credibilidad y sigue en aumento.