Los últimos números del informe de exportaciones del INV confirman el desalentador panorama que se preveía a principios de año. En el primer semestre las exportaciones de vino cayeron un -31,7% sumando exiguos 96,5 millones de litros. Esto quiere decir que se exportaron 44,8 millones de litros menos con respecto al mismo período del año 2022 representando una caída en los ingresos de usd 90 millones.
De ese total, 74,5 millones (77,2%) corresponden a vinos fraccionados (-26,8%) y 22 millones (22,8%) son vinos a granel (-44,5%).
La suba del precio promedio del vino total en el acumulado enero-junio fue de 3,5 dólares/litro (+15,6%), llegando el fraccionado a 4,23 dólares/litro (+9,1%) y el granel a 1 dólar/litro (+21,9%). Pese a los aumentos (¿o a causa de ellos?), el valor FOB acumulado por exportaciones de vino registró una baja de 21%. Se vendieron entre enero y junio de este año 337, 5 millones de dólares, frente a los USD 427,4 exportados el año pasado en el mismo período.
Sin embargo, el dato que el informe del INV no destaca, pero se desprende del informe, es la brutal caída en las exportaciones de vino en tetra brik, uno de los productos que Argentina más vendió durante años. La pérdida de competitividad en vinos genéricos, o varietales de menor precio, llevó a un derrumbe de 90% en estas ventas; este año se vendieron 5.800 hl de vinos en tetrabrik frente a los casi 57.000 hl exportados en el mismo período del 2022.
Mal semestre para el mosto
No fue mejor el desempeño de la exportación de mosto concentrado que en lo que va del año suman 15.949 toneladas, un 61,2% menos en volumen y un 50,3% menos de ingreso de divisas respecto al mismo período del año anterior.
El precio promedio del mosto concentrado en el acumulado del año llega a 1.863,6 dólares/tonelada y en junio se comercializó a un precio promedio de 1.905,5 dólares por tonelada.
Las razones de la debacle
Este medio consultó a varios referentes de la industria del vino para profundizar en esta coyuntura, y conocer las posibles alternativas que se barajan para dar un apoyo al sector.
Alejandro Vigil, presidente de Wines of Argentina y gerente de uno de los grupos vitivinícolas exportadores más grandes de Argentina, liderados por NIcolás Catena Zapata, llamó a esta coyuntura «la tormenta perfecta» haciendo alusión a la película, fruto del libro de Sebastián Junger, que define todas las condiciones que deben darse para generar una tormenta devastadora.
«Un dólar fijo con insumos que suben por encima de la inflación; esto hace que los vinos más exportados de Argentina estén por debajo de costo (de producción). Tenemos un problema coyuntural sumado al estructural que tiene que ver con retenciones y demás. Situación climática que lleva a una menor cosecha, suba de precios y disminución de consumo de vino en todo el mundo. Resumido: es la tormenta perfecta».
Alejandro Vigil, empresario y presidente de WofA.
Entre las razones de la actual coyuntura Milton Kuret, gerente de Bodegas de Argentina, citó: «la falta de competitividad del tipo de cambio frente a los incrementos de costos que han tenido las bodegas en los componentes de sus productos… que llegan al 150% interanual» … y «una cosecha baja en volumen que disparó los precios de las uvas, que estuvieron entre un 200% y un 300%».
Kuret resume la crisis de esta manera; «costos que suben a tasas que superan los 3 dígitos y un tipo de cambio cuya variación, si bien se aceleró en el último tiempo, siempre fue por debajo de aquellos, generan un escenario de caída de rentabilidad de los productos. En este sentido, se ven más afectados aquellos que tienen rentabilidades bajas, es decir los de menor precio y más volumétricos».
«Esta falta de competitividad la venimos reclamando en los últimos 2 años, solicitando primero la quita de retenciones (4,5%) y luego con un TC especial para las economías regionales. Ha resultado muy difícil para las empresas sostener sus productos en los mercados de destino durante tanto tiempo. Empezamos a ver los resultados. Menores exportaciones»
Milton Kuret, gerente de Bodegas de Argentina
El Programa de Incentivo a las Exportaciones (Dólar 300) fue de escaso acceso por parte de las bodegas, debido a las condiciones de ingreso, es decir, no generó incentivo alguno para exportar en mejores condiciones cambiarias.
«A lo descripto debemos sumar lo que está ocurriendo este año. Las restricciones de pagos al exterior para importar insumos o bien para pagar servicios también hacen sentir sus efectos. Somos una industria que exporta productos finales y debemos pagar a nuestros clientes y distribuidores del exterior, sus comisiones por ventas, acciones de promoción y publicidad, servicios de marcas, asistencia a ferias internacionales, etc. La falta de pago de estos conceptos, generan falta de incentivos en los puntos de ventas. El mundo del vino está muy competitivo y esa falta de incentivo se traduce en menos ventas.
Es muy difícil desarrollar un mercado. Requiere de años de inversión sostenida. Las bodegas han realizado grandes esfuerzos para no perder lo realizado, pero llevan mucho tiempo exportando en condiciones que claramente les son desfavorables» resumió Kuret.
Susana Balbo: «La categoría argentina, está en declive»
Con un impecable razonamiento, la empresaria Susana Balbo, describió la situación actual como resultado de varios factores que se vienen arrastrando desde la pandemia.
Recordó en primer lugar que no sólo Argentina pierde ventas, los vinos americanos, italianos y españoles también sufrieron el golpe de la baja de consumo, y la inflación. » Los efectos de la pandemia generaron que en 2021 los negociantes se sobre- stockearan pensando que la gente iba a seguir consumiendo vino como en 2020″.
«Se consumieron los stocks y se vaciaron algunos canales, en el 2021 se volvieron a llenar esos canales, y ya hacia mediados de 2022 la expectativa de consumo comenzó a frenarse. Carencia de vidrio, aumento del precio, no se podía despachar a tiempo; los costos de logística se fueron a las nubes. Argentina al estar tan lejos de los mercados perdió puestos frente a proveedores de cercanía. A todo esto se suma la pérdida de competitividad generada por el dólar pisado y la pantomima del dólar Malbec. Todo esto trajo como consecuencia este shock», resumió.
Susana sumó una declaración que muchos considerarán fuerte. Dijo que «la categoría argentina está en declive».
«Creo que tenemos que movernos del Malbec y trabajar más sobre vinos blancos»
Susana Balbo.
«Creo que tenemos que movernos del Malbec y trabajar más sobre vinos blancos, debemos reinventar la rueda en cómo distribuir los vinos. Son momentos de cambio y necesitamos ver cómo nos reinventamos. Nosotros desde nuestra empresa exploramos diferentes alternativas para mantener la performance que hemos tenido durante los últimos 10 años».
«Se reducen inventarios en todo el mundo»
A cargo de las exportaciones de Luigi Bosca, y con una gran experiencia en el mundo de los negocios y la promoción de exportaciones, Alberto Arizu es palabra autorizada. Sobre la situación actual asegura:. «el mundo vive la peor caída de exportaciones de la historia, la cual no es privativa de Argentina, Chile y Australia cayeron más de 20 puntos».
«Los retailers achican inventarios en todo el mundo, disminuyendo niveles físicos de stocks»
Alberto Arizu, empresario.
En la misma línea de la lógica de Susana Balbo, Arizu argumentó que los actuales niveles de exportación se deben sobre todo a «ajustes en todos los niveles de inventarios; una lógica que tiene que ver con el Covid, impulsada por los gobiernos que fomentaron economías, hubo luego un aumento de la tasa de interés y de inflación, y por tanto inventario es dinero inmovilizado. Los mismos retailers achican inventarios y cartas de restaurantes, disminuyendo niveles físicos de stocks, porque el dinero tiene costos. El consumo de bebidas alcohólicas, además, es lo que más ha sufrido»
Arizu ha visto este año la misma dinámica en todos los países. «Con salvedades en cada mercado, incluso en China y Europa, donde los restaurantes y vinotecas bajan sus niveles de inventarios por igual; allá el entorno es muy competitivo. Si a esto sumamos las condiciones macroeconomicas de Argentina que no nos permiten pagar promociones, aún cuando podamos financiarlas, no podemos motorizar ventas».
El granel, muy golpeado por la coyuntura
El vino a granel ha sufrido un fuerte impacto este año con una caída que se viene arrastrando desde 2022. El presidente de la Cámara Argentina de Vinos a Granel José Bartolucci «tuvimos la peor cosecha de la historia junto a una macroeconomía que no se condice con la realidad del sector del vino».
«Creo que nos hemos excedido en los precios de las uvas, que vienen caras desde el año pasado con un dólar que destruye la competitividad, entonces no podemos exportar, más teniendo en cuenta que Chile tiene buenos stocks y calidades con precios mucho mejores»
José Bartolucci, presidente de la Cámara Argentina de Vinos a Granel.
Añadió que en graneles los vinos que más sufrieron son los genéricos. «Los vinos Malbec de media y alta gama de alta calidad siguen siendo demandados a granel, es lo que seguimos exportando.
No hubo impacto del dólar agro en las exportaciones, fue escasa la participación de las empresas, no hubo ni tiempo ni condiciones para que esto funcionara. «Las economías regionales necesitamos un dólar diferencial, la olivicultura, los cítricos, la yerba mate, el vino y otros productos regionales que generan mano de obra frente, por ejemplo, a la soja» recalcó Bartolucci.
