¿Qué características hacen a una estructura de bodega que sea sustentable? ¿Qué bodegas están pensadas desde su arquitectura para ser amigables con el ambiente? En Mendoza hay muchos edificios ligados al vino, famosos algunos de ellos, que fueron concebidos bajo el concepto de “sostenibilidad”.
La periodista Giuliana Perinetti entrevistó a arquitectos y enólogos especialistas en la materia.
Las conclusiones de la charla dejaron claves para pensar, en presente, que cuando se habla de “viticultura sostenible” también habrá que incluir – más allá de lo agroecológico en el viñedo- ciertos usos de materiales, preferentemente reciclados, sistemas pasivos de iluminación, de acondicionamiento de temperatura y ventilación.
Las plantas de tratamiento del agua para su reúso, también los paneles solares y fotovoltaicos, techos y paredes verdes, devolución del excedente de energía a la red, son algunas de las prácticas sustentables que han ocupado arquitectos de bodegas como Salentein, Alpamanta, Matervini y Maal Wines.
Salentein: “Arquitectura bioclimática”
“Los tres pilares de la sustentabilidad son social, ambiental y económico”, explicó la reconocida arquitecta Eliana Bórmida, célebre no sólo por incorporar el concepto de sustentabilidad en una época en que aún no era moda, sino que en su proyecto de Bodega Salentein tuvo especial atención en cuidar la flora autóctona y los materiales del lugar.
“Las bodegas son y han sido históricamente generadoras de asentamientos humanos que ayudan al arraigo (…) aportan sustentabilidad social a los territorios dando trabajo a los pueblos rurales y ciudades (…) así como también ayudan al desarrollo de pymes con base agrícola (…) en resumen, producen un bienestar económico y social muy grande”.
Salentein fue la primera bodega en que se utilizó el sistema de construcción con Árido; es decir, con el mismo material que está en el subsuelo de la zona agrícola. Implica tomar de estratos muy profundos arena y tierra, los cuales son restos erosionados de la Cordillera de los Andes que han ido bajando a la llanura.
“Ocupando el árido junto al hormigón armado, hicimos muros muy gruesos que tienen una inercia térmica, que retrasa el paso de la temperatura y que además conlleva un manteamiento cero, lo que lo hace muy sustentable” comentó Eliana. Fiel propulsora de la “Arquitectura bioclimática”, arquitectura adaptada al lugar que puede ahorrar mucho de manera pasiva.
Así también la arquitecta hizo énfasis en la sustentabilidad de las prácticas de capacitación del personal de bodega en el uso del agua, así como también en el uso de ripio en lugar de pavimento, para que no haga calor y no se impermeabilice el piso afectando el agua y la tierra”(…)” Hoy se están dejando en las fincas cursos de aguas secos , como corredores de biodiversidad, eso también es sustentabilidad, ya que uno está invadiendo el ecosistema con su fauna y flora y para equilibrar, este es un recurso valioso, cerró Bórmida.
Cava de Salentein construida con árido y con iluminación natural.
Alpamanta: “Unidad entre arquitectura y paisajismo”.
Alpamanta es una bodega que tiene una filosofía íntegra ligada a la sostenibilidad, desde sus viñedos orgánicos y biodinámicos, hasta el edificio que inauguró en el 2021.
Gabriel Japaz es el arquitecto a cargo del proyecto.
“La arquitectura bien planteada implica una forma de utilizar los recursos que ayudan a la sustentabilidad” subraya. Japaz pensó Alpamanta en función de la finca biodinámica donde se encuentra, donde la protagonista es la agronomía en sí, el trabajo con los viñedos y el terroir. “Toda la biodiversidadque tiene un viñedo de tipo biodinámico es muy importante. La combinación de viñedos con animales y otras plantas es clave, por lo que la bodega fue concebida como una unidad entre arquitectura y paisajismo”.
Se ocupan los techos verdes en las naves, “como sistema de control pasivo de temperatura” que ayuda a mantener frescas las mismas y a su vez es un tratamiento paisajístico. Estos techos están construidos con plantas autóctonas de bajo consumo de agua. Y no solo cubren las naves sino también se montan al hall de turismo, que a su vez está arriba de la sala de degustación por lo que el techo vivo cubre la mayoría del espacio, según palabras de Japaz.
Además, comentó que se trabajó muy a consciencia el sistema natural de iluminación y de ventilación de la bodega. Por ejemplo, en lo techos hay franjas que permiten iluminar sin energía y las ventanas están ubicadas de manera tal que se aprovechen los movimientos de aire.
“La mejor forma de cuidar la energía es optimizando el uso de la que ya se tiene, como así también generándola, en nuestro caso tenemos paneles solares ubicados en diferentes sectores de los techos de la bodega” concluyó el arquitecto de Alpamanta.
Alpamanta y su interior.
Matervini: “Sustentable, compacta y moderna”
Las arquitectas Laura Rosso e Irene Castillo, a cargo de la ejecución de bodega Matervini comentaron que esta nació con la idea de que sea sustentable, compacta y moderna. Eligieron materiales para no gastar energía en la mantención de la temperatura ¿Qué ocuparon? Paneles metálicos aislantes “Pur”, más muros verdes de enredadera, que dan sombra, bajan la temperatura y proyectan aire fresco, así como también ocuparon velas en las terrazas laterales que aportan a la disminución del calor.
La bodega tiene mucho espacio vidriado con “DVH”, un vidrio doble que tiene cámara de aire y mantiene la temperatura dejando que pase la luz y no el calor. Salentein también hace uso de este tipo de material.
Además, Matervini cuenta con una red de paneles solares, con la que calientan agua para la limpieza de piletas de vino y limpieza general, más paneles fotovoltaicos para la iluminación y calefacción de la bodega. El sobrante de energía que ocurre en momento de menor actividad en la bodega se devuelve a la red para que lo ocupe otra gente, explicaron las profesionales.
“Los residuos sólidos se envían para compost y se usan en la viña y los líquidos pasan por una planta de efluentes donde se hace una neutralización y después se ocupa ese agua para riego de parquizado” indicaron las arquitectas.
Matervini con sus enredaderas verdes, velas, “DVH” vidrios y paneles Pur.
Maal Wines: Las tres R: “reducir, reusar y reciclar”.
Maal Wines es única en su tipo, ya que se utilizaron materiales reciclados en gran parte de su estructura. Facundo Azzoni enólogo de la bodega Maal Wines señala que desde el comienzo se planteó que la bodega fuera construida con materiales reciclados. Así fue como el edificio se levantó con 20 contenedores marítimos, ubicados uno encima del otro de forma asimétrica, como en el juego del “yenga”.
“El techo era de una bodega abandonada que se desmantelo y se colocó en Maal Wines. Las columnas son caños de tubin reciclados, las barandas de las piletas y escaleras están hechas con las varillas de perforación de los tubin y la sala de degustación está construida con retazos de madera que fueron quedando” explicó Azzoni. A lo que agregó que la filosofía de vida y de trabajo dentro de la bodega son las tres R: “reducir, reusar y reciclar”.
Las claves
Un resumen de las 10 claves de arquitectura sustentable en bodegas, más allá de prácticas en el viñedo y del proceso de vinificación en sí.
- Ocupar sistemas pasivos de iluminación, acondicionamiento de la temperatura y ventilación.
- Aplicación de paredes y techos verdes, con vegetación autóctona de bajo consumo de agua, para mantener la temperatura.
- Uso de vidrios “DVH”, para que pase la luz y no el calor.
- Usar materiales de construcción del lugar o reciclados.
- Construcción con “Árido”, arena y tierra del subsuelo de la zona agrícola. Así como también paneles “Pur” que retrasan el paso del calor.
- Preservación de cursos de agua secos como corredores de biodiversidad.
- Hacer calles y explanadas de ripio (no pavimentar). Ayudando a la no neutralización del suelo y el agua, y a la disminución del calor.
- Generar energía verde con paneles solares y fotovoltaicos. Devolver la energía sobrante a la red, para que otros la ocupen.
- Creación de plantas efluentes de neutralización del agua para reutilizarla en el riego de parquisado.
- Capacitación del personal de bodega en el uso responsable del agua. No ocupar más agua de la que la bodega necesita.
Son todas acciones concretas que aportan a la disminución de la huella de carbono y al cuidado del medio ambiente. En resumidas cuentas, profesionales desafiándose en la construcción de estructuras amigables con el entorno natural en el que se encuentran y con las personas que la habitan.