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La familia Agostino invierte USD 2,5 millones en un nuevo negocio

Se trata de Casa Agostino, un hotel de lujo ubicado en el corazón de la finca de Barrancas de Bodega Agostino, rodeada de cuidados jardines y fuentes. ¿Cómo es y por qué se está convirtiendo en el sitio de descanso favorito de los mendocinos?

Casa Agostino cuenta una historia de la que actualmente pueden disfrutar los
mendocinos. Es que los cuatro hermanos: Vincenzo, Rosalía, Sebastián y Miguel Agostino, quienes vivieron su niñez en Mendoza y luego emigraron a Canadá siempre mantuvieron la esperanza de regresar a la provincia. Por eso, la familia regresó a Mendoza con un ambicioso proyecto, construir una bodega y elaborar vinos de terroir. Así fue que en 2003 construyen Agostino en Barrancas, Maipú.

 

Cuando los cuatro llegaron a Barrancas idearon también una casona para
descansar junto a la bodega que construyeron con su impronta y experiencia en el rubro inmobiliario puesto que son dueños de una de las empresa constructoras más grande de Canadá.

Hoy Casa Agostino se convirtió en su primer proyecto hotelero, abriendo la casa de la familia para que los huéspedes vivan «como bodegueros» según definieron.

«Ahora estamos con precios promocionales de apertura para Mendocinos de entre ARS 14,000 y 16,000 por noche en los suites con desayuno incluido. Estos precios son muy promocionales y para mendocinos. Apuntamos a una tarifa más alta para el turista internacional», comentó Edward Holloway a cargo del proyecto quien también reveló que en el acondicionamiento de todo el precio se invirtieron USD 2,5 millones.

La casa inauguró en enero, tiene 6 habitaciones y todas las comodidades para disfrutar de la experiencia de vivir en un viñedo. Cuenta, además, con una huerta orgánica, piscina, sauna, sala de juegos en el jardín y experiencias culinarias inigualables para participar activamente.

Además la bodega cuenta con un restaurante que abre todos los mediodías, donde se pueden degustar platos elaborados con ingredientes cultivados en la propia huerta y maridados con los vinos de la bodega.

A su vez, inspirados por su amor por la arquitectura, en 2018, la familia también adquirió la bodega Alfa Crux ubicada en El Cepillo, Valle de Uco. Alfa Crux también cuenta con un restaurante en medio de los viñedos, CRUX COCINA; abierto todos los días para almuerzos, degustaciones y donde reciben a cientos de visitantes cada año.