Países como Argentina se ven profundamente afectados, tanto por falta de buques como de contenedores en los puertos de Buenos Aires, San Antonio y Valparaíso. Los atrasos para cargar mercadería de exportación llegan a 20 días. Las tarifas aumentan a diario. Las navieras han orientado su flujo principalmente a los viajes entre China y Estados Unidos. El atasco está generando pérdidas y trastornos y obliga a generar una re-ingeniería logística.
La situación es preocupante y no tiene visos de mejorar. María Laura Lerena, directora para América Latina de HIillebrand, uno de los forwarders más grandes del mundo, explicó la situación actual a un grupo de exportadores de Bodegas de Argentina.
Sobre el contexto global que está generando este “atasco” en los tráficos marítimos indicó que las importaciones en América del Norte crecieron solamente este año un 45% y el 70% de esos bienes provienen de Asia.
“Crece el comercio internacional, pero la capacidad naviera crece poco y de manera despareja – explicó- en un año sólo creció un 19% en capacidad, y esto gracias a que las navieras recurrieron a inyectar la flota ociosa, restaurando barcos pero sólo en el tramo que va de Asia a la Costa Oeste de EEUU, en desmedro de otros tráficos. Este efecto dominó hace que todos los tráficos se vean afectados por este desbalance. Se tensionan los flujos habituales. En promedio en el mundo, teniendo en cuenta la operación de todos los puertos, hay 6,5 días de atraso en los buques. Los puertos no dan abasto. Además sigue existiendo la pandemia y cuando se registra un brote de Covid en un puerto hay turnos enteros que se cancelan, la capacidad está terriblemente limitada”, alertó María Laura.
Contenedores botados, tarifas móviles y puertos perjudicados
Con este panorama, se están dando situaciones complejas. Ya se registran casos de navieras que cancelan puertos como Rotterdam o Amberes, y dejan los contenedores tirados en Hamburgo porque es lo más cercano de lo que pidió el exportador.
“Se calcula que en abril de este año un 8,6% de la capacidad marítima estuvo perdida, esto equivale a 2 millones de TEUS fuera de mercado” explico la gerente de la compañía quien abrió la información de que en Abril solamente 39% de los buques cumplió el itinerario previsto.
“Las marítimas hacen cambios de último momento, omiten puertos o cancelan recaladas, suspenden la toma de reservas. A esto se suma a la falta de contenedores, y muchos en el caso de la carga de vinos no cumplen requisitos mínimos. Ahora hay un reinicio de producción en las fábricas, pero el proceso será largo y caro, los precios del acero suben y la necesidad es urgente. Se prevé que la oferta de servicios marítimos esté más concentrada y el aumento de capacidad sea muy lento” vaticinó.
Por la situación antes expuesta, los contratos regulares han quedado sin efecto y los espacios en las naves, han quedado supeditadas al pago de precios «preferenciales».
Por cuestiones de economía, las navieras han priorizado Brasil en desmedro de Montevideo y Buenos Aires. En tanto, San Antonio y Valparaíso, tienen fuertes limitaciones. “Un buque que sale de Chile lleva carga que va a trasbordar en costas Este y Oeste de EEUU, en Caribe o Europa, si algún buque cancela la recalada nos quedamos sin poder llegar con el vino a destinos clave para nuestras exportaciones”. Además semana próxima se esperan marejadas muy importantes en Chile y también esto afectará el tráfico habitual de los barcos.
¿Hay alguna salida?
A fin de ordenar los tantos, la especialista en logística dio una serie de recomendaciones clavepara las bodegas exportadoras.
– En insumos, se sugiere que se planifique a largo plazo y se acopie todo lo que se pueda, adelantar pedidos.
– En exportaciones tratar de sacar el vino apenas esté listo independientemente de la fecha requerida en destino por el importador.
– Acercar los pedidos a destino, usar Hubs logísticos que estén cerca de los clientes que se tenga que abastecer. En América del Sur, se sugiere tener stock de seguridad en puertos chilenos, del Caribe y América Central.
– Dialogar proactivamete con los importadores teniendo en cuenta las responsabilidades de cada uno según los incoterms.
– Buscar soluciones creativas. Hay bodegas que están mandando cargas con avión, ya que ciertas líneas aéreas que no están volando más en Argentina están usando sus aviones como cargueros que, en ciertos casos, no resultan mucho más caros que las navieras en este momento.
– Elegir la opción a granel. En un contenedor de 20 pies puedo poner el equivalente a 32.000 botellas, una idea es mandar a fraccionar en destino como una forma de tener una reacción más acelerada a las demandas y enfrentar los obstáculos.