Con presencia en redes sociales y presentaciones on line para periodistas de todo el país, la bodega emblemática de Cafayate, perteneciente a Grupo Peñaflor, mostró los nuevos estilos que desarrolla el blanco emblemático argentino trabajado con nuevas técnicas de vinificación.
Los enólogos, Claudio Maza y Carolina, realizaron una impecable presentación geo-climática de los Valles Calchaquíes y su influencia sobre una variedad que nació del cruzamiento entre el Moscatel de Alejandría y la criolla chica.
Los Valles Calchaquíes abarcan en total unos 270 km de largo, entre Tucumán, Catamarca y Salta. Situada a los pies de la cadena montañosa Sierra del Aconquija que separa Tucumán de Catamarca está Chañar Punco, la segunda bodega del El Esteco. Allí hay un viñedo de 260 has cultivadas a 2000 msnm.
El Esteco posee uno de los viñedos más antiguos de la zona de los que se tienen registros, de 1945, en Cafayate y Animaná (Salta y Catamarca), con un total de 20.000 hectáreas aproximadamente. Los viñedos están a una altura de 2000 y 3000 msnm respectivamente, con rendimientos que varían entre 10 y 20 mil kg por hectárea.
La conducción en general es el parral, con poda pitón para regular la carga. Los racimos del Torrontés son grandes y se trabaja con la canopia para protegerlos del sol; afortunadamente en los meses de maduración de la baya hay lluvias, lo cual ayuda a una maduración más pareja y no tanto a la insolación. Recordemos que el torrontés es una variedad de ciclo largo y por eso es necesario protegerla del sol sobre todo en verano.
Actualmente elaboran alrededor de 19 millones de litros de Torrontés de los cuales exportan 7 millones.
Formas de elaboración: los nuevos estilos
El Torrontés de la línea 1945 ($1400) se hace con prensa y al día siguiente, antes del desborre, añaden racimos enteros junto con el mosto para completar el volumen; el racimo entero se saca antes de terminada la fermentación. El vino reposa por 6 meses en las cubas donde se realizan trabajos de lías cada 15 días. El vino permanece en botella entre 8 y 6 meses antes de salir al mercado. Con esta técnica, sumado al punto de cosecha, se obtienen en el Torrontés más tioles y piracinas, que aportan complejidad a los clásicos aromas terpénicos, además de un buen volumen de boca.
En tanto el Blend de Extremos Torrontés- Torrontés (50% Chañar Punco 50% Cafayate$850) ) se realiza una maceración pre-fermentativa para extraer más aromas, y luego se lo lleva a fermentación a bajas temperaturas. Siendo el Torrontés de Chañar Punco más cítrico y tiolado, se obtienen en la mezcla aromas cítricos y herbales, a la vez que frutas tropicales y durazno.
En la presentación se incluyó un maravilloso Tardío de Torrontés, que se obtiene a través de una pasificación de la uva secada al sol; cuando se obtienen 32 grados briggs en la uva, se realiza prensado tradicional, desborre previo y durante la fermentación se produce – por la gran cantidad de azúcar- una parada espontánea con 17 grados. El vino termina con 100 gramos de azúcar residual y 13,6 de alcohol, para pasar por barricas durante un año. Así se obtiene un Torrontés sumamente aromático de aromas a caramelo y miel, pero a su vez bastante ácido en boca lo cual lo hace muy bebible. Precio sugerido $800.