Vinitaly, la mayor feria de vinos de Italia volvió a realizares tras el receso de pandemia. Los tintos y espumosos estuvieron en el candelero.
Por Federico Lancia- Especial para El Triunfo de Baco
Desde que comenzó en 1967, Vinitaly va de la mano con los productores del vino, poniendo el foco de manera permanente en su crecimiento, y formando un lugar de negocio, sobre todo en Italia donde es la sede.
La edición 2022 que se realizó en la ciudad de Verona, tuvo toques emotivos ya que luego de suspenderse dos años producto de la pandemia, había mucha expectativa. Previo a la apertura oficial, se ofició un evento que se llama Opera Wine, con una degustación exclusiva realizada en un antiguo mercado, donde los mejores vinos elegidos por la Revista especializada Wine Spectator están presentes.
Ese mismo día, luego de la degustación se dio lugar a la Gala de la Feria, en la que también estuvimos presentes, donde la elegancia y la sofisticación acompañaron a una diversidad de vinos. Allí se combinaron la gastronomía con diversas partes de la Ópera de Verona, que también volverá a su agenda habitual, en la Arena, luego de un amargo periodo vivido por el covid.
Tintos ligeros, el paladar actual
Si bien la madera tiene que estar en los vinos, la expresión del terruño y la sinceridad de los vinos que se producen parecen ser la clave mundial o la tendencia internacional. Italia tiene grandes condiciones para eso, y sus vinos expuestos en esta edición así lo demuestran.
La expresión frutal y las características de cada lugar son esenciales, con menos intervención y sobre todo con el mantenimiento de la sostenibilidad y la posibilidad de hacer vinos biológicos, naturales y orgánicos.
Son vinos bebibles, que invitan a una segunda copa, con poca carga en boca y que acompañan todo tipo de gastronomía. Y todos tienen su personalidad especial.
Sorprendentes espumantes
Para destacar, en esta Vinitaly es la gran calidad que están desarrollando los espumantes italianos. No sólo el conocido Prosecco, sino la elegancia de FranciaCorta, una región dentro de la Lombardía, donde la fineza alcanza niveles sobresalientes. Es una zona muy cercana a los Alpes, y su clima y su suelo, hacen que las características de los productos de ese lugar despeguen. Con precios cercanos, en ocasiones superiores, a lo que puede darse en Francia o particularmente en Champagne.
Otra zona destacada en el espumante es el Trentino. Con métodos de vinificación natural y tradicional, está revolucionando el mercado de espumante italiano. Son frutados, finos, elegantes. Extremadamente particulares e ideales para acompañar toda una comida.
Capacitación permanente y feria monumental
Vinitaly promueve la cultura del vino los 365 días del año a través de cursos de formación cualificados, potenciando empresas que invierten en calidad y también gracias a herramientas digitales que acortan las distancias entre continentes.
La feria tiene 100.000 metros cuadrados de expositores y realmente son grandes estructuras, en las que cada una conforma un pabellón de diferentes regiones del vino italiano (que es casi todo el país). Dentro de ellas, hay stands especiales con gran desarrollo de diseño industrial y otros expositores de la región para completar una experiencia difícil de validar durante el periodo que dura el evento.
Charlas magistrales
También durante el evento, se suceden charlas especiales en los «Tasting Room», con temáticas centrales y actuales de la industria del vino.
Durante el desarrollo de la feria estuvimos presentes en «Mujeres icónicas del vino italiano», con la presentación de dos periodistas internacionales del mundo del vino, que mostraron cómo ellas hoy hacen muchos de los mejores vinos de ese país. Detrás de cada una, hay una historia riquísima que contar.
También fuimos parte de “Vinos autóctonos de Italia”, donde dos Master of Wine mostraron la cara actual de los vinos de ese país con una degustación sobresaliente.
Gran color y glamour italiano
Fueron cuatro jornadas, más la previa con la degustación realizada por Wine Spectator y la Gala de presentación de la feria, con la combinación de la presentación de la agenda de la Ópera de Verona, que vuelve a su funcionamiento.
Muchos compradores se acercaron a la feria más importante de la región y, además de probar todas las zonas de Italia, pudieron degustar las numerosas propuestas de países de Europa del Este, algunos vinos de Francia y también de España.
La presencia latinoamericana estuvo dada por un stand de un importador argentino que llevó varias etiquetas que representaron a la Argentina, con una interesante concurrencia de público.
Vinitaly comienza una nueva etapa en su lugar en las ferias del mundo. En la busca de ser más internacional, de combinar la gastronomía y traer vinos de todos los productores del mundo.