Los grandes productores europeos deben afrontar la pérdida de cosecha mas grande de las últimas décadas, por motivos climáticos, una mala noticia que podría representar una buena oportunidad para Argentina.
Debido a diversos fenómenos meteorológicos extremos, que van de las heladas a la sequía, la producción de vinos en el mundo se ha situado en niveles históricamente bajos. Una circunstancia de la que no escapan los tres principales productores de la Unión Europea, conforme a las cifras provisionales que maneja la OIV.
Así, según el portal Tecnovino que cita como fuente de información la Organización de la Viña y el Vino (OIV), Italia, que pese a todo se mantiene, por tercer año consecutivo, como primer elaborador mundial, habría registrado este año una producción de 39,3 millones de hectolitros, una cifra un 23% más baja que la alcanzada en 2016. El podio de la producción europea de vino lo completan Francia (36,7 millones de hectolitros) y España (33,5 millones de hectolitros), que habrían experimentado unas caídas del 19% y el 15%, respectivamente, en relación al año anterior.
Otros países europeos para los que 2017 no está siendo un buen año son Alemania, cuya producción de vino desciende el 10% y se sitúa en 8,1 millones de hectolitros, y Grecia, que también registra una disminución del 10% hasta los 2,5 millones de hectolitros. Más modesta ha sido la bajada de la producción en Bulgaria, donde la elaboración de vino sólo ha caído el 2% alcanzando el 1,1 millón de hectolitros, un volumen adecuada a su potencial.
En este contexto de caídas, Portugal (6,6 millones de hectolitros), Rumanía (5,3 millones de hectolitros), Hungría (2,9 millones de hectolitros) y Austria (2,4 millones de hectolitros) son los únicos países de la UE que han experimentado un incremento en la elaboración de vino con relación a 2016.
En América, la producción estimada de los Estados Unidos, con 23,3 millones de hectolitros vinificados (-1% con respecto a 2016), registra, por segundo año consecutivo, un alto nivel de producción. Pero estas cifras conllevan una incertidumbre: la estimación propuesta para la producción de vinos se basa en previsiones del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) sobre la producción de uvas, especialmente de vinificación, que datan de agosto de 2017 y, por lo tanto, no contemplan las pósibles consecuencias de los incendios ocurridos en el norte de California, en el mes de octubre.
En este contexto, Argentina, que el año pasado vivió una de las cosechas más escasas de los últimos años, recupera algo de tono y aumenta su producción el 25% hasta alcanzar los 11,8 millones de hectolitros vinificados en 2017. Sin embargo habrá que esperar a ver cómo pasa el mes de noviembre ya que en octubre también se registraron heladas y hay quienes arriesgan hasta un 30% de hectáreas afectadas en particular en Luján de Cuyo y Valle de Uco.