El Director Ejecutivo de la cámara empresaria, Milton Kuret, se refirió al decreto publicado este 6 de septiembre a través del cual se eliminan los derechos de exportación para las economías regionales, entre las que está el vino. También, habló de las gestiones que aún resta concretar dentro de la industria.
Desde septiembre las retenciones sobre distintos productos de las economías regionales pasarán a tasa cero. Así lo estableció el decreto 462/2023 publicado este miércoles 6 en el Boletín Oficial. Se trata de una medida muy esperada por las provincias vitivinícolas del país ya que se reducen a 0% los denominados derechos de exportación al vino.
Desde Bodegas de Argentina, la cámara empresaria que nuclea a pequeñas, medianas y grandes empresas de la vitivinicultura del país, consideraron positivo el decreto y explicaron cuáles son los beneficios de esta medida para la industria bodeguera.
“Con este decreto se reducen las retenciones o derechos de exportación para una serie de economías regionales. En el caso de los productos vitivinícolas, quedan en 0 por ciento. Es una normativa que viene a concretar un anuncio que hizo el ministro de Economía de la Nación, Sergio Massa, en julio, reiteró en agosto y estábamos a la espera de su publicación”, comenzó explicando Milton Kuret, Director Ejecutivo de Bodegas de Argentina (BdA).
Asimismo, agregó que tanto la cámara que dirige y como el sector en general, desde el momento en el que se implementaron las retenciones trabajaron para lograr su eliminación. Es que los derechos de exportación, tal cual refleja la norma original al respecto, no les correspondían a los productos de valor agregado de las economías regionales, como es el caso del vino.
“A pesar de ello, hemos venido pagando estas retenciones así es que hoy esto representará un ahorro para el sector. De todas maneras, todavía sigue vigente la aplicación del impuesto PAÍS para las importaciones de insumos relacionados con productos vitivinícolas, que es del 7,5%, así es que seguimos gestionando dado que corresponden a componentes de productos pertenecientes a la Canasta Básica y no debería aplicarse”, subrayó Kuret.
En lo estrictamente vinculado a este impuesto, explicó seguidamente el directivo de BdA, la medida que rige desde este septiembre de 2023 coloca a la Argentina en línea con otros países exportadores de la región y del mundo vitivinícola en lo que hace a la competitividad.
“Esta tasa que pagábamos nos diferenciaba negativamente del resto ya que los países competidores no pagan este impuesto. Nos restaría, a nivel internacional, lograr acuerdos de comercio por los cuales los vinos argentinos reduzcan o dejen de pagar derechos de importación en los mercados, frente a otros países que no lo pagan. Pero es una medida beneficiosa para el sector, sin dudas”, afirmó.
Igualmente, Kuret también consideró que, si bien se trata de una noticia esperada y necesaria, se da en medio de una serie de complejidades que atraviesa la industria del vino. “Algunas que le son propias, como las consecuencias de los factores climáticos (por ejemplo, las heladas de 2022), y otras, generales por la macroeconomía y las dificultades que tenemos en nuestro país. Sobre todo, para los pagos al exterior. En este sentido, todo lo que corresponde a la compra de insumos importados y al pago de servicios al exterior tiene una complejidad y un atraso con clientes y proveedores que las compañías están tratando de resolver”, concluyó el Director de Bodegas de Argentina.