El nuevo Enzo Bianchi Malbec 2017 llega para engrosar el catálogo de varietales de parcela de alta gama; es un Malbec de parcela 100% proveniente de Los Chacayes, una de las Indicaciones Geográficas de Valle de Uco en franco ascenso, a 1300 metros al nivel del mar, con suelos pedregosos y gran cantidad de compuestos calcáreos.
El lanzamiento se hizo con la presencia de todo el equipo – enológico, comercial y familiar- de la histórica marca y con la visita del Gobernador Alfredo Cornejo, un gran amigo de la familia, acompañado de un delicado almuerzo elaborado por el chef Pablo del Río.
El Enzo Bianchi Malbec de Los Chacayes logró lo que pocos vinos de la zona consiguen: presenta buena estructura y volumen sin taninos secantes. Bromeamos con Silvio Alberto, enólogo principal de la bodega, sobre el tema, ya que me intrigaba saber si el gran Silvio (buen conocedor del Valle) había logrado «domar» los taninos de Chacayes.
«Trabajo este vino con un proceso largo de batonage sobre borras, para lograr taninos más sedosos, ya que estamos convencidos que el consumidor busca que el vino sea agradable y redondo en boca».
Detalle que a muchos importadores e incluso puntuadores, pasan por alto, e insisten que los taninos deben ser salvajes y duros. En lo personal, comparto la filosofia de Silvio Alberto ya que si bien es cierto que Valle de Uco ofrece ventajas desde el punto de vista enológico por la elevada acidez natural (bajos PH), muchas veces no se logran vinos amables al paladar.
Enzo Bianchi Malbec, en cambio, es una bomba de fruta fresca y especias, goloso pero tomable a la vez. Muy expresivo en nariz, con un bouquet que también tiene algunas notas mienerales. Pasó 14 meses en barricas nuevas de roble francés y 8 meses de estiba en botella antes de salir al mercado. Si bien está muy bien para beberlo ya, yo aún lo esperaría entre 6 meses y un año más para su punto ideal aunque sin duda es un vino para guardar una década la menos.
Fue lanzado a un precio de $3.900, y no son pocas botellas, 800 cajas de seis, según comentó Adrián Cura, jefe de marketing de la compañía.
En la ocasión también se sirvió el María Carmen Chardonnay, que además de la linda historia (María Carmen fue la esposa de Don Enzo y su fiel compañera) es uno de los grandes exponentes en la categoría de los Chardo elaborados con madera, bien integrada la barrica aportó volumen de boca y llevó los clásicos descriptores del Chardonnay (frutas tropicales) hacia expresiones más elegantes, más durazno y menos maracuyá, algo de lima, y algunas notas de crema y manteca.
Comparación de zonas y terruños
Para que quede claro que San Rafael es una zona que tiene mucho potencial para los tintos de alta gama, Bianchi volvió a ofrecer en el almuerzo su clásico ícono Enzo Bianchi Gran Corte un blend de 41 % Cabernet Sauvignon, 35 % Malbec, 15% Merlot y 9% Petit Verdot.
Producido con uvas provenientes de viñedos de más de 45 años, los cuales son sometidos a periódicos raleos para lograr mayor concentración aromática, sólo se utilizan los mejores lotes cuando están a la altura del nombre de la etiqueta. Allí, en el histórico viñedo de donde siempre han salido los grandes varietales que se usan como base para este gran vino, Finca Asti, el rendimiento aproximado de la hectárea es de 5.000 kg, por lo que es necesaria la producción de 3 plantas para llenar una sola botella de “Enzo Bianchi Gran Cru”.
La cosecha 2017 de este espléndido corte se presenta como un vino de color profundo e intensos matices violáceos, atractivo y seductor. En nariz, se aprecia el perfecto balance entre las variedades que lo componen; por un lado, encontramos profundas notas de frutos rojos y florales, y por el otro, notas amalgamadas con especies, hierbas frescas y frutas negras maduras, fundidas elegantemente con dejos a chocolate y vainilla. Se trata de un vino notoriamente complejo, con muy buena estructura, taninos sedosos, untuoso y con muy buen equilibrio de acidez y frescura, con gran potencial de guarda.