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De Casilda a Mendoza: «Queremos crear el mejor vino del mundo»

Finca Forconesi es producto del sueño de dos socios santafesinos que encontraron en los viñedos la pasión de sus vidas.

Cristian Forconesi es oriundo de Casilda, localidad del Sur de provincia de Santa Fe. Es gerente comercial y financiero de la prestigiosa empresa de Motores Czerweny. Emprendedor y apasionado por el vino, en 2007 se embarcó en un proyecto para elaborar partidas limitadas de alta gama, guiado sólo por la intuición y buenos consejos de algunos amigos.

Conocí a Cristian y a su socio en el área comercial, Mauricio Vittone, en la feria de vinos Alta Gama By Sheraton. Me encontré sorpresivamente extasiada al hablar con ellos, por la pasión y energía que le daban a cada explicación, a cada palabra, a cada historia en torno a sus vinos.

Allí conocí también su vino icono, Sublime Grand Assemblage de Finca Forconesi 2015. Un hallazgo de excelente relación precio/calidad para los que gustan de un blend estilo «vintage», un ejemplar soberbio, de buena estructura y volumen de boca, goloso y voluptuoso, con notas a cuero, café y caramelo. Pasa 24 meses en barricas de roble francés y 2 años en estiba antes de salir al mercado. Sublime es 40% Syrah 30% Malbec 25% Cabernet Sauvignon y 5% Merlot. El caldo pasa 24 meses en barrica de roble francés de primer uso y más 2 años y medio en estiba.

Intrigada por la historia de ambos socios, comencé a indagar sobre los inicios.

Allí supe que el Assemblage fue su primer vino, y el corazón de proyecto de Finca Forconesi, que se completó más tarde con un espumante, un Chardonnay y un rosado.

Del blend me llamaron la atención la añada (2015) y el precio: $18.700. Conocedora tanto de las tendencias actuales de salir al mercado con vinos jóvenes, frutados y sin tanta madera, y en el caso de los vinos de guarda, los altos valores que se manejan, abordé inmediatamente a Cristian con las preguntas ¿por qué esperar tanto para sacarlo al mercado? y ¿cómo es posible sacar un vino de guarda a ese precio?».

En cuanto al valor accesible para un vino de guarda, aclaró. «Nosotros hacemos 8 a 10 mil botellas por año de este vino; si quisiéramos hacer publicidad de marca no cierra la ecuación, entonces invertimos en el precio. El consumidor que encuentra un vino Grand Assemblage 2015 en un restaurante, que tiene precio sugerido de 50 mil pesos, lo elige porque no encuentra un vino de alta gama como este en ese valor. Invertimos en el precio con ese doble objetivo», razonó.

Hoy los vinos de Finca Forconesi están en vinotecas exclusivas de Buenos Aires, en los tres mejores restaurantes de Rosario y en La Cabrera de Mendoza.

Su sueño como empresario es que gente importante, influyente, con posibilidad de comprar cualquier producto, los elija. Pone como ejemplo nada menos que a Horacio Pagani, el famoso diseñador de autos Zonda, Huayra y Utopía. Originario de Casilda, Pagani se ha enamorado de los vinos de Forconesi y según cuenta Cristian, ha declarado más de una vez que el Grand Assemblage de Finca Forconesi «es el mejor vino del mundo.

«Me interesa que las 10 mil botellas que elaboramos por año lleguen a los mejores paladares», se entusiasma. Forconesi no está interesado en crecer en cantidad, sino en calidad. «Siempre decimos que nosotros hacemos vino en un gotero y ponemos todo el amor en eso».

Sobre los inicios

«Cuando arranqué sabía sólo tomar vinos», bromea. «Mi padre solía comprar lo mejor que había en su época (recuerda nombres como Conde de Valmont, Clos Du Moulin, Arnaldo Etchart, Suter Etiqueta Marrón, grandes vinos de los 70 y 80) pero técnicamente no sabía nada».

Decidido a lograr productos memorables, adquirió una finca de 35 hectáreas en Barrancas (Luján de Cuyo) en un predio ubicado justo detrás de Flichman. Allí también tiene una bodeguita con capacidad de elaboración de 50 mil litros – el tanque más grande es de 5 mil litros – y los viñedos tienen una edad de 35 a 45 años. Allí cultivan Cabernet Sauvignon, Malbec, Syrah, Merlot, Chardonnay, Pinot Noir, Aspirant Bouchet:

«Tenemos materia prima de gran calidad. Esta finca pertenecía al empresario Daniel Stallocca y tiene ejemplares únicos – cuenta – Hay un Syrah aterrazado que tiene una anécdota muy linda; (el enólogo) Alejandro Vigil nos contó que el Syrah que está dos metros debajo de la superficie, en una especie de terraza, por el que Catena y Kendall Jackson (anterior dueño de lo que hoy es bodega Tapiz) se peleaban en su momento» señala divertido Cristian.

Si bien tiene enólogo e ingeniero agrónomo, Forconesi y su socio se involucran en todas las etapas de la elaboración de forma personal. «Viajo 850 kilómetros varias veces al año. Durante la cosecha, en el momento del descube, en el fraccionamiento, con Mauricio, mi socio, pegamos etiquetas y contraetiquetas, ponemos la cápsula, nos gusta sentir el producto. Es como nuestro hijo, antes teníamos una historia de amor, hoy estamos apasionados con lo que hacemos. Si bien nos dedicamos a otras cosas, esto nos llena» cierra.